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OPINIÓN: ¿Un "lobby gay" forzó la renuncia del Papa? Probablemente no

Por Juan Andrés Muñoz

Nota del editor: John L. Allen Jr. es el analista de temas vaticanos de CNN y corresponsal del National Catholic Reporter.

(CNN) -- Sobra decir que de todas las tramas posibles que podrían surgir antes de la elección del nuevo Papa, la posibilidad de un "lobby gay", cuya influencia oculta podría haber motivado la renuncia de Benedicto XVI, sería la que menos desearía el Vaticano.

La prueba de la irritación del Vaticano llegó este sábado con un duro comunicado en el que se queja de "informes de prensa no verificados, no verificables o completamente falsos", insinuando incluso que los medios están tratando de influir en la elección del Pontífice.

Hay dos preguntas básicas al respecto. La primera es si existe realmente un dossier secreto sobre una red de personas dentro del Vaticano vinculadas por su orientación sexual como denuncian algunos periódicos italianos. La segunda es si Benedicto XVI renunció realmente por esto.

Las mejores respuestas son "quizás" y "probablemente no", respectivamente.

A raíz de la filtración de documentos del Vaticano el año pasado, Benedicto XVI creo una comisión de tres cardenales para investigar. Esta comisión entregó un informe al Papa a mediados de diciembre que no se ha publicado.

Es imposible confirmar si el informe investigó la posibilidad de que las filtraciones estuvieran vinculadas con personas que querían proteger secretos sobre sus vidas sexuales, pero francamente, sería sorprendente que no fuera así.

Hay motivos contundentes para considerar la hipótesis. En 2007, un funcionario Vaticano fue sorprendido en cámara oculta por una cadena de televisión italiana concertando una cita en un chat para personas homosexuales y luego llevando al joven a su apartamento en la Santa Sede. En 2010, un funcionario vinculado con las ceremonias papales fue captado en una grabación concertando citas a través de un nigeriano miembro del coro del Vaticano. Ambos episodios saltaron a la luz pública y golpearon la imagen de la Santa Sede.

En ese contexto, sería raro que los cardenales no se plantearan la posibilidad de que funcionarios vaticanos que llevaban una doble vida no se vieran presionados para traicionar la confianza del Papa. Esto no solo en temas relacionados con el sexo, sino también con otros conflictos vinculados, por ejemplo, con dinero.

Fuentes del Vaticano han dicho que Benedicto XVI podría autorizar la entrega del informe a los 116 cardenales que elegirán a su sucesor para que lo tengan en cuenta en sus deliberaciones. La consecuencia más inmediata es que este tema reforzará la convicción entre muchos cardenales de que el próximo Papa tendrá que encabezar una seria limpieza dentro de la burocracia vaticana.

No obstante, parece exagerado insinuar que esta sea la verdadera razón por la que renuncio Benedicto XVI. Uno probablemente debería creer la palabra del Papa y que la edad y la fatiga son los motivos esta decisión.

(Las opiniones expresadas en este artículo corresponden exclusivamente a John L. Allen Jr)