arrow-downcloseCNNEcomment-02commentglobeplaylistsearchsocial-facebooksocial-googleplussocial-instagramsocial-linkedinsocial-mailsocial-moresocial-twittersocial-whatsapp-01social-whatsapptimestamptype-audiotype-gallery
Galerías

En medio del desespero, una nueva tormenta dificulta la entrega de ayuda en Filipinas

Por CNN en Español

CEBU, Filipinas (CNN) — Miles de personas murieron por el tifón Haiyan y muchos de los sobrevivientes se encuentran en una situación al límite porque lo han perdido todo o no tienen alimentos ni atención médica y beben agua sucia para sobrevivir.

Hasta este martes, la cifra de víctimas se contabilizó en 1,774 cadáveres, pero las autoridades temen que ese número sea solo el principio y haya hasta 10.000 muertos.

La tormenta causó 2.487 heridos, según las autoridades locales. La agencia de refugiados de la ONU calculó en al menos 800.000 las personas desplazadas, dijo este martes.

Mientras las autoridades se apresuran a salvar a los sobrevivientes, la nueva depresión tropical Zoraida se acerca a las Filipinas provocando más lluvias, según el meteorológico nacional PAGASA (por sus siglas en inglés).

Zoraida no es una tormenta fuerte, pero la cumulación de sus lluvias alcanza los 10 centímetros en algunas zonas, de acuerdo con los meteorólogos de CNN. Además, esta tormenta provocó el bloqueo de ayuda aérea en la provincia de Iloilo, informó el gobernador Arthur Defensor.

La tormenta Zoraida también detuvo el apoyo aéreo en la provincia vecina de Cebu, aunque allí algunos aviones militares vuelan en los límites de riesgo.

publicidad

Por si fuera poco, un sismo se registró en algunas de las zonas afectadas. El temblor de 4.8 grados cimbró San Isidro este martes, de acuerdo con el sismológico de EU.

Barcos y camiones seguirán funcionando, pero como en muchas áreas, los escombros de casas enteras, vehículos y árboles cubren varios kilómetros de las carreteras en las zonas afectadas. Se necesitará maquinaria pesada y mucho tiempo para comenzar con la limpieza. Además, mucha de la ayuda internacional comienza a llegar a los aeropuertos, pero esta tampoco puede ser entregada a la gente que la necesita.

Actos de desesperación

Más de dos millones de personas necesitan alimentos, según el gobierno filipino. Casi 300,000 de ellas son mujeres embarazadas o con hijos pequeños.

Tomoo Hozumi, el representante de UNICEF en Filipinas, dijo que la comida, los refugios, el agua potable y el servicio de limpieza tienen "una grave escasez". "La situación en el terreno es horrible", dijo Hozumi en el programa The Situation Room de CNN.

La falta de alimentos y agua ha llevado a los sobrevivientes a tomar medidas desesperadas.

Tras el paso del tifón Haiyan —conocido como Yolanda en Filipinas—, varios sobrevivientes han saqueado supermercados y grandes almacenes en Tacloban, una ciudad de más de 200.000 habitantes. Allí las autoridades reportaron 250 personas muertas hasta el momento.

Los propietarios de las tiendas en la capital de la devastada provincia de Leyte se organizaron con fuerza letal para defender sus mercancías, dijo uno de los dueños local, Richard Young. "Tenemos nuestras armas de fuego. Vamos a disparar dentro de nuestra propiedad".

Las autoridades han enviado refuerzos policiales y militares para tratar de poner la situación bajo control. Los soldados mataron a tiros a dos miembros de un grupo militante comunista llamado el Ejército del Pueblo, ya que emboscaron un convoy con ayuda del gobierno, informó este martes la agencia PNA.

Las Fuerzas Armadas de Filipinas añadieron 700 soldados a su fuerza en Tacloban este martes, dijo la agencia, lo que da un total de 1000. Eso incluye 300 fuerzas especiales e ingenieros militares.

El ejército llevará por aire la ayuda a las zonas remotas de la ciudad con 11 helicópteros y algunos camiones.

"No podemos esperar", dijo Martin Romualdez, diputado de la zona. "La gente ha estado tres días sin agua potable, alimentos y medicamentos", dijo el funcionario en el programa Piers Morgan Live de CNN. "La gente está desesperada", añadió.

El éxodo en las zonas devastadas incrementa la congestión vial y hace que la ayuda tarde en llegar.

Ivan Watson reportó desde Cebu y Paula Hancocks reportó desde Tacloban, con Ben Brumfield que reportó y escribió desde Atlanta. Matt Smith, Jessica King, Saad Abedine, Jethro Mullen, Catherine E. Soichet, Neda Farshbaf, Andrew Stevens y Kristie Lu Stout contribuyeron con este reporte.