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¿Qué se llevó a la tumba el exgeneral de Ecuador acusado de crímenes de lesa humanidad?

Por CNN Español

(CNN Español) – Mientras la justicia ecuatoriana avanzaba en conseguir la extradición contra el exgeneral Edgar Vaca, acusado por crímenes de lesa humanidad, este martes se reveló la noticia de que murió ese día. El alto oficial en el gobierno de León Febres Cordero falleció en Estados Unidos producto de una larga enfermedad, según la declaración que dio su abogado, Marcelo Dueñas, y que fue citada por la agencia de noticias del Ecuador, Andes.

Sin embargo, para la justicia y las víctimas su estadía en el exterior implicó un fuerte sinsabor: la consideran, además, una estrategia para evadir las cuentas pendientes y mantener el silencio alrededor de los casos en los que fue señalado. Tras su muerte, tanto autoridades como víctimas que hablaron CNN en Español manifestaron su decepción por las verdades que para ellas y para los juicios se entierran con Vaca.

El director de la Comisión de la Verdad y Derechos Humanos de la Fiscalía de Ecuador, Fidel Jaramillo Paz y Miño, le explicó a CNN en Español que “el general Édgar Vaca muere como prófugo de la justicia ecuatoriana acusado en dos procesos distintos por crímenes de lesa humanidad: son los primeros dos casos de este tipo que se han logrado judicializar”. El alto oficial tenía una orden de prisión preventiva por estos delitos desde octubre de 2013 y su extradición había sido pedida a Estados Unidos en 2014, cuando fue capturado por la Interpol en enero de 2014.

Así lo informó el fiscal General de Ecuador, Galo Chiriboga, y la entidad que dirige en sus respectivas cuentas de Twitter, el pasado 20 de enero cuando ese país le otorgó el asilo político Estados Unidos le había otorgado a Edgar Vaca, a través de una corte de Nueva Jersey:

Fidel Jaramillo Paz y Miño agregó que el general Vaca era “la cabeza de la unidad de la Policía que durante los años 80 se dedicó a perseguir con métodos ilegales a lo que se consideraba el enemigo interno, esto era cualquier persona básicamente que pensaba diferente al régimen de la época que era un régimen de derecha, es decir cualquier persona de izquierda”. Por su parte, Andes también informó que los miembros de este grupo, denominado SIC10, recurrieron a torturas, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales.

Sin embargo, Jaramillo explicó que el alto oficial siempre negó la existencia de tal grupo, hasta que la Fiscalía pudo comprobar documentadamente la existencia de esa unidad. De ahí que, para este funcionario “ sin la menor duda él poseía mucha información de varios desaparecidos en el país, de cómo funcionó la maquinaria represiva, de cómo fue el sistema represivo en la época de Fabres Cordero, época en la cual él se consagró como represor”.

Vaca debía responder en Ecuador específicamente por dos casos, a pesar de aparecer mencionado en por lo menos una decena, según Jaramillo. El primero es el de Susana Cajas, Luis Vaca y Javier Jarrín, miembros del grupo considerado subversivo Alfaro Vive Carajo, indicó el director de la Comisión de la Verdad de la Fiscalía. Y el segundo —dice Jaramillo— fue contra el líder de esa misma organización Arturo Jarrín. Según el funcionario, estas acciones incluyeron las prácticas de detención arbitraria, tortura, violencia sexual y desaparición forzada.

De hecho, Susana Cajas, sobreviviente, le indicó este martes a Andes que “el exgeneral Vaca muere en la impunidad sin haberle dado cara a la justicia. No hay ni un sentimiento de venganza ni odio pero era fundamental para la sociedad ecuatoriana para las víctimas y nuestras familias que el acusado de la cara a la justicia”. Lo que, a ella, le deja un sentimiento de frustración.

¿Reinó el silencio?

Jaramillo manifestó que “para la justicia ecuatoriana es una lástima que no lo hayamos podido juzgar, la Constitución no nos permite juzgar en ausencia por este tipo de crímenes”. Pero, además, es algo frustrante para las víctimas que aún no conocen cuál fue el destino de sus seres queridos. Uno de estos casos es la desaparición de los hermanos Restrepo, Santiago y Andrés, en el que si bien Vaca no estaba directamente sindicado sí era el líder del grupo que los detuvo en 1988.

El padre de estos hermanos, Pedro Restrepo, dijo en conversación con CNN en Español que al estar prófugo de la justicia en Estados Unidos, Vaca no respondió ni reveló “todo lo que hicieron, o parte al menos de lo que hicieron con tantas víctimas”. Son muchas las preguntas que tendría para este exoficial sobre lo que pasó con sus dos hijos: "¿por qué los secuestraron? ¿Por qué los asesinaron? ¿Por qué los desaparecieron? ¿Dónde están ahora? ¿Aparte de él, cuántos más están involucrados aparte de los que ya están juzgados?”. Los cuerpos de los hermanos Restrepo siguen sin aparecer.

El padre añadió que esta muerte representa “algo muy triste y muy grave, pues Edgar Vaca, sindicado de un crimen de lesa humanidad desde hace tres o cuatro años, salió tranquilamente a Estados Unidos”. Su hija Fernanda Restrepo, la hermana menor de Santiago y Andrés, coincidió con la posición de su padre. Calificó como “lamentable que una ficha más de este engranaje de dolor en este caso y en muchos casos de torturas, asesinatos y desapariciones en la época del gobierno de derecha de León Febres Cordero (…) haya fallecido sin comparecer ante la justicia pese a que tenía varios juicios abiertos”.

Fernanda, quien realizó el documental Con mi corazón en Yambo sobre la desaparición de sus hermanos, insistió en que 29 años después del crimen “no sabemos mucho de la verdad hasta ahora, precisamente porque todo sigue con esta cortina de humo sostenida (…) por la Policía y seguramente por este tipo que silenció mucho y que supo mucho de lo que sucedió con mis hermanos, porque fueron agentes del SIC 10 los que los detuvieron a ellos, los que los torturaron y los que los desaparecieron”.

Para ella sigue siendo reprochable que Vaca nunca haya encarado un juicio y una sentencia y, además, que haya muerto sin revelar detalles aún desconocidos de la suerte que corrieron sus hermanos a manos de los agentes del grupo que él dirigía:

“Édgar Vaca se lleva mucho a la tumba: nombres, detalles, hechos de este y muchos otros casos de atropello, de abuso policial, de crímenes de lesa humanidad contra muchas otras personas que esperaban su juicio".