arrow-downcloseCNNEcomment-02commentglobeplaylistsearchsocial-facebooksocial-googleplussocial-instagramsocial-linkedinsocial-mailsocial-moresocial-twittersocial-whatsapp-01social-whatsapptimestamptype-audiotype-gallery
Alimentos

Este plato hace que los niños coman más vegetales, dice un estudio

Por Michael Nedelman

(CNN) -- Los platos segmentados con imágenes de alimentos recomendados en cada compartimento hicieron que los niños preescolares comieran más vegetales, según una investigación publicada este lunes en el diario JAMA Pediatrics.

Esas bandejas de almuerzo muestran resultados similares en niños que cursan la primaria, pero no en los más jóvenes. Los investigadores dicen que esto podría ser una herramienta para empujar a los niños hacia hábitos más saludables a temprana edad.

“Es un período de tiempo realmente importante en la vida de los niños para que experimenten frutas y vegetales”, dijo la autora del reporte, Emily Melnick, candidata a doctorado en Ciencias de la Salud y del Comportamiento en la Universidad de Denver, Colorado.

En los días en los que los niños usan los platos, se sirven cerca de 14 gramos más de vegetales diarios en promedio —y comen cerca de 7,5 gramos más— que cuando usan sus platos blancos normales. Esto significa que los niños comen una porción adicional del tamaño de una zanahoria bebé o dos, estima Melnick.

publicidad

Sin embargo, Roseanne Lesack, psicóloga de Comportamiento Infantil que supervisa los desórdenes de alimentación en la clínica de la Universidad Nova Southeastern en Florida, agregó que “no hay una varita mágica, y este [estudio] está buscando una varita mágica”.

“La cultura de la comida en Estados Unidos no es la más fuerte en términos de integrar automáticamente comida saludable”, dice Lesack, que no estuvo involucrada en la investigación. “Los padres están realmente estresados por qué hacer”.

Los niños entre los 4 y 8 años deberían comer cerca de 1,5 tasas de vegetales a diario, tal vez más dependiendo de su actividad física, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, cuyo programa MyPlate brindó la base para el diseño utilizado en el estudio en mención.

Al final, 7,5 gramos no hacen una porción adicional, dice Melnick, pero sí “significa la voluntad de comer más frutas y verduras”, que otras investigaciones sugieren que podría asociarse con una mayor preferencia por las cosas saludables más adelante en la vida, agregó ella.

Lesack dijo que no está claro cuál podría ser ese umbral, pero “siempre soy fanática de los apoyos y ayudas visuales y el modelado de cómo debería ser el comportamiento apropiado".

Lesack, mamá y vegetariana, dijo que esa exposición de los niños a comidas saludables y decidir “qué clase de cultura de la comida creas en tu casa” deben ser una de las cosas más importantes que los padres hagan para que sus hijos tengan hábitos saludables al comer.

“En mi casa sabemos que no es realmente una comida si no hay ensalada”, dijo ella.

El pequeño estudio de Melnick observó a 235 niños de preescolar en Arvada, Colorado, con un promedio de edades de 3,8 años. El aumento clave en que los niños comieran vegetales sucedió en solo un día en la intervención, cuando el menú incluía pepinos y zanahorias, pero no frutas. En los otros dos días, el colegio sirvió brócoli, dijo Melnick, pero ella no pudo determinar si esos vegetales en particular influenciaron los resultados.

El estudio también encontró que los niños no comían significativamente más frutas con los platos segmentados, que según el informe podría ser un "efecto de techo".

“Ellos ya estaban consumiendo la mayoría de frutas disponibles a la hora del almuerzo cuando fuimos inicialmente, pero solo estaban tomando cerca del 65% de los vegetales en los tazones. Así que hay más margen para mejorar”, dijo Melnick.

Solo esto fue más placenteramente sorprendente para Lesack: que los niños tan jóvenes “ya estuvieran eligiendo frutas y vegetales para poner en sus platos”.

Un reporte anterior de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) mostró que los niños no estaban comiendo suficientes frutas y verduras, entre 2003 y 2010, y solo la ingesta de fruta tuvo una tendencia ascendente durante ese tiempo.

Otra investigación ha mostrado que las tácticas de marketing como pendones o comerciales pueden aumentar el gusto de un niño a la hora de escoger vegetales para comer en el almuerzo.

Otro estudio publicado la semana pasada sugiere que presionar a los comedores quisquillosos “no tiene efecto, bueno o malo, sobre ellos o el peso en esta población”, dice la autora del estudio, la pediatra Julie Lumeng, profesora de investigación en el Centro de Crecimiento Humano y Desarrollo de la Universidad de Michigan.

Melnick también ha trabajado en programas de educación nutricional a más largo plazo en las escuelas. Sin embargo, esos programas anuales son más lentos y laboriosos que el estudio en cuestión, dijo ella.

“Es realmente interesante ver que algo tan simple como presentar un plato pueda tener una influencia potencial en los patrones de consumo de los niños”, dijo ella.

Para Lesack, es una pregunta sobre qué políticas se deberían seguir.

“¿Dónde estamos poniendo nuestros recursos?”, dijo ella. “¿Hay un millón de cosas que probablemente pueda hacer que un niño coma una zanahoria bebé o dos? Probablemente. ¿Vale la pena gastar un millón de dólares en un distrito escolar para comprar platos con zanahorias y sandías pintadas en ellos? Probablemente no”.

Melnick dice que no solamente los niños usaban los platos.

“A los profesores les gustó en términos de tener conversaciones con los niños sobre comidas y grupos de comidas… y cómo debería lucir tu plato”, dijo ella.

“Fue una experiencia educacional divertida”, agregó.

-- Jacqueline Howard de CNN contribuyó con este reporte.