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Alimentos

Consejos de ejercicios físicos en etiquetas de alimentos podría ayudar a reducir la obesidad

Por Jack Guy

(CNN) -- Las etiquetas de los alimentos que detallan cuánto ejercicio se necesita para quemar el contenido calórico de un producto podrían ayudar a combatir la obesidad, según investigadores del Reino Unido.

Las etiquetas de actividad física equivalente a calorías (PACE, por sus siglas en inglés) podrían mejorar las etiquetas que identifican solo las calorías y el contenido de nutrientes, según una nueva revisión científica.

Según el sistema propuesto, una pequeña barra de chocolate llevaría una etiqueta informando a los consumidores que tomaría 23 minutos corriendo o 46 minutos de caminata para quemar las 230 calorías que contiene.

La aplicación a gran escala de las etiquetas PACE podría, en promedio, reducir el consumo de calorías en hasta 200 calorías por persona a diario, según los investigadores, cuyo trabajo se publica en el Journal of Epidemiology and Community Health.

No obstante, se han planteado preocupaciones sobre el potencial impacto que tal etiquetado podría tener en las personas con trastornos alimenticios.

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Amanda Daley, investigadora principal de la Universidad de Loughborough, dijo que las etiquetas PACE presentarían la información de una manera más accesible para los consumidores que las etiquetas existentes de contenido de calorías y nutrientes.

Ella le dijo a CNN que el sistema de etiquetado actual "no ha hecho gran diferencia en la obesidad en el Reino Unido".

El equipo analizó datos de 14 estudios que examinaron la efectividad del etiquetado PACE para reducir el consumo de calorías.

Descubrieron que el etiquetado PACE es más efectivo que el no etiquetado, pero no fue más efectivo que el etiquetado de solo calorías.

Daley le dijo a CNN que el objetivo es agregar información de PACE a las etiquetas existentes, en lugar de reemplazarlas, para proporcionar al público más información.

Los investigadores advierten que el número de estudios incluidos en la revisión fue pequeño, y la mayoría se realizó en entornos controlados en lugar de ambientes reales, pero aún así concluyen que vale la pena probar el etiquetado PACE.

Una reducción de aproximadamente 100 calorías por día, combinada con un aumento sostenido de la actividad física, podría reducir las tasas de obesidad, según Daley.

Ella calificó la iniciativa PACE como una estrategia "realmente simple y directa", y sugirió que podría usarse en empaques de alimentos y bebidas, etiquetas de supermercados y menús de restaurantes.

Preocupaciones sobre el trastorno alimenticio

Sin embargo, Nichola Ludlam-Raine, dietista registrada y portavoz de la Asociación Dietética Británica, señaló algunos problemas con las etiquetas PACE.

Ludlam-Raine dijo que PACE "podría ser extremadamente problemático" para aquellos con trastornos alimenticios, porque sugiere que los alimentos deben ser "ganados o quemados".

También promueve la idea de que las calorías, en lugar de los nutrientes, son la consideración principal cuando se trata de alimentos, agregó.

"Recuerda, no puedes superar una mala dieta", dijo Ludlam-Raine, explicando que hacer ejercicio no significa que puedas vivir del chocolate y las bebidas gaseosas.

Daley reconoció la preocupación, pero dijo que no había evidencia de que las etiquetas PACE causen trastornos alimenticios, y agregó: "Estamos interesados en la población en general".

La Royal Society for Public Health (RSPH), una organización de profesionales de la salud en el Reino Unido, también defiende las etiquetas.

Duncan Stephenson, subdirector ejecutivo de RSPH, que recibió con beneplácito la investigación, dijo que "pequeños cambios" como el etiquetado PACE pueden "marcar una gran diferencia general en el consumo de calorías y, en última instancia, en el aumento de peso".

Otros estudios también han sugerido que reducir las calorías podría traer beneficios para la salud.

Reducir 300 calorías condujo a una presión arterial más baja y niveles de colesterol malo (LDL), así como a una disminución del 24% en las concentraciones de triglicéridos, un tipo de grasa en la sangre, para los participantes en un estudio publicado en julio.