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Esto es una prueba

Donald Trump

Donald Trump

La campaña antimáscaras de Donald Trump toma impulso

Por análisis de Chris Cillizza

(CNN) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, nunca ha sido un gran adepto de utilizar máscaras faciales para protegerse —y proteger a otros— de la propagación del coronavirus.

“No creo que vaya a hacerlo”, comentó Trump sobre usar mascarillas en abril pasado, durante una conferencia de prensa en la que anunció las nuevas pautas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) acerca de que las personas deberían tener protección facial cuando el distanciamiento social no era una opción. “Utilizar una máscara facial mientras saludo a presidentes, primeros ministros, dictadores, reyes, reinas… simplemente no lo creo”, sostuvo el mandatario.

Durante un viaje a una planta de Ford a finales de la semana pasada, Trump aseguró que había usado una máscara lejos de los periodistas y las cámaras, pero que se la quitó porque “no quería darle a la prensa el placer de verla”. (Alguien de hecho tomó una foto de Trump con una máscara puesta).

El domingo, Jonathan Swan de Axios reportó esto: “Trump, mientras tanto, está fuera de casa y condenando las máscaras... Espera muchas más salidas de Trump sin mascarillas, publicitando la reapertura de la economía y evitando las discusiones sobre el distanciamiento social y las cifras de muertes”.

Después, en el Día de los Caídos o Memorial Day, el presidente retuiteó este mensaje de Brit Hume, en el que la personalidad de Fox News parece burlarse del exvicepresidente Joe Biden por asistir con una máscara negra a una ceremonia de colocación de coronas.

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“Esto puede explicar por qué a Trump no le gusta usar máscaras en público. Biden hoy”.

Lo más destacado de todo esto es que no existe un debate real sobre el uso de las mascarillas faciales y su impacto para mitigar la propagación del virus.

“Las máscaras médicas, como la N95, ofrecen la mayor protección, pero los expertos coinciden ampliamente en que varios tipos de protección facial, incluyendo los de tela, son efectivos para disminuir la propagación del virus”, escribió PolitiFact recientemente.

Y ya que estamos hablando de “expertos”, esto fue lo que dijo la Dra. Deborah Birx, coordinadora del grupo de trabajo de coronavirus de la Casa Blanca, sobre las máscaras durante una aparición en el programa “Fox News Sunday”:

“Lo que les hemos dicho a las personas es que ahora existe evidencia científica clara, por todos los experimentos sobre gotas de fluidos que se han realizado –y que otros han hecho– que demuestra que una mascarilla sí evita que las gotas lleguen a otros. Por respeto mutuo, como estadounidenses que se cuidan unos a otros, necesitamos utilizar máscaras en público cuando no podemos distanciarnos socialmente”.

Uso de máscaras: ¿solidaridad o egoísmo? 2:43

Dicho esto, podría pensarse que el presidente de Estados Unidos –buscando dar ejemplo del comportamiento adecuado en medio de una pandemia global– podría dignarse utilizar una mascarilla. Justamente porque la salud pública no es un tema partidista, un hecho que gobernadores republicanos desde Dakota del Norte hasta Ohio han defendido en los últimos días.

Lo que Trump no entiende o no le importa es que la manera en que actúan los líderes tiene un profundo impacto en cómo se comporta el público en general. Las personas toman señales a partir del perfil más alto entre nosotros, incluido –y especialmente– el presidente.

¿No me crees? Mira este intercambio en una playa de Alabama entre un joven y Gary Tuchman de CNN, durante el fin de semana del Día de los Caídos:

HOMBRE: Quiero decir, si él no está usando una máscara, yo no voy a usar una máscara. Si él no está preocupado, yo no estoy preocupado.

TUCHMAN: ¿El presidente?

Entonces, sí.

Cuando tienes al Presidente de Estados Unidos enviando una señal clara de que a) él no necesita usar una máscara y b) utilizar una mascarilla te hace ver débil, entonces nadie debería sorprenderse de que las personas –como ese joven en Alabama– sigan el ejemplo de Trump.

Trump ha demostrado repetidamente durante su tiempo en la Casa Blanca que no tiene ningún entendimiento sobre el liderazgo moral que el cargo del presidente ha transmitido durante mucho tiempo en el país. Que sus palabras y sus acciones tienen profundas consecuencias. Que no se trata solo de él y de lo que él piensa que es lo mejor para él.

La politización que ha hecho Trump del uso de máscaras está en consonancia con este vacío moral de larga data en su Casa Blanca. Pero a diferencia de algunas de las pasadas ausencias de liderazgo moral del presidente, esta podría costarles la vida a las personas.