OPINIÓN: Noticias positivas para la banca, ¿llega la salvación o es sólo un paliativo?
Por Darío Epstein
Nota del editor: Darío Epstein es analista económico y presidente de Research for Traders.
Avanza la temporada de resultados corporativos de EE.UU. Las empresas más importantes han comenzado a dar a conocer los balances del tercer trimestre del año y uno de los sectores cuyas cifras son de las más esperadas por los inversores es el sector de bancos.
Los bancos han sido muy castigados en la cotización de sus acciones en el mercado norteamericano, producto de la desaceleración de la economía global, la crisis de deuda en países periféricos europeos y los cada vez más intensos temores acerca de una recesión en EE.UU. Bajo este escenario, muchos de los principales bancos de EE.UU. han experimentado bajas en sus cotizaciones en algunos casos superiores al 50%. Bank of America es un caso extremo con precisamente esa misma caída porcentual.
Algunos buenos resultados correspondientes al tercer trimestre (JPMorgan, Bank of America, Wells Fargo, entre otros) están generando un rebote técnico en momentos en que los precios se encuentran muy castigados.
El segundo factor explicativo proviene de la noticia de que Francia y Alemania habrían acordado un aumento del fondo de rescate de hasta 2 billones de euros (una cifra con 12 ceros detrás), aumento sujeto a la aprobación de la cumbre que se llevará a cabo en la Eurozona este domingo.
Ya se habían logrado ciertos avances el viernes pasado, día en el que las autoridades de los países del G-20 se reunieron con el objetivo de mitigar la crisis europea. Una de las propuestas fue duplicar el tamaño del FMI, pero encontró el rechazo de Estados Unidos y otros países, lo que devolvió la responsabilidad del problema a Europa.
Los mercados bursátiles se encuentran recomponiéndose bajo la esperanza de que los 27 países de la Unión Europea puedan acordar un plan para poner freno a una crisis de deuda que ya afecta a la economía mundial. Todos estos temas son preparatorios para la reunión del 3 de noviembre en el que el G-20 intentará darle forma a la reestructuración del fondo europeo EFSF. El trasfondo no es el mejor, ni siquiera Alemania se salva con una marcada desaceleración en el ritmo de crecimiento para este año y el que viene (+2,7% y +1,3%, respectivamente), siendo el principal factor de riesgo el de encontrarle una solución a la deuda griega y el impacto posible en el resto de los países cuestionados (PIIGS).
En síntesis, han sido días muy movidos para el sector bancario y creo que lo seguirán siendo, ya no tanto por los anuncios de resultados sino por los desenlaces de la próxima reunión del G20 y de Grecia. No anticipo que estos anuncios sean “salvadores” para la Eurozona sino más bien un paliativo para la delicada y compleja situación actual.
(Las opiniones expresadas en este artículo corresponden exclusivamente a Darío Epstein)