Los efectos de "Rápido y Furioso" no son "fatales" para el gobierno de Obama
Por Matt Smith, CNN
(CNN) — Una fallida operación que permitió que cientos de armas llegaran desde Estados Unidos a los cárteles de la droga en México, probablemente sea una controversia duradera, pero no fatal para la administración de Barack Obama, dijeron observadores.
Los republicanos en el Congreso han señalado públicamente a funcionarios del Departamento de Justicia desde junio, cuando denunciantes de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos dieron su testimonio ante un comité de la Cámara sobre la malograda operación "Rápido y Furioso". La operación, lanzada en 2009, estaba dirigida a cortar el flujo de armas a los cárteles de la droga de México a través de testaferros, pero permitió que cerca de 2,000 armas llegaran a las manos de los cárteles.
En diciembre de 2010, dos armas vendidas bajo el programa "Rápido y Furioso" fueron halladas en la escena del crimen de un agente de la Patrulla Fronteriza en el desierto de Arizona. Un número creciente de armas de fuego cruzó la frontera y cerca de 1,400 siguen sin aparecer, informó el Comité de Supervisión y Reformas del Gobierno en julio.
Los comités del Congreso y el inspector general independiente del Departamento de Justicia están examinando lo que pasó, bajo la presión de los republicanos que acusan incluso al procurador general de Justicia, Eric Holder, de estar al tanto del operativo y no aclarar lo sucedido. Pero si bien puede ser muy embarazoso, "Rápido y Furioso" no tiene el mismo nivel de los escándalos que pusieron en riesgo administraciones tales como Watergate o el caso "Teapot Dome" de la administración Harding, dijo el analista Larry Sabato de la Universidad de Virginia.
"Los únicos escándalos que importan en un período presidencial son los que implican directamente a un presidente", dijo Sabato. Y añadió: "Todo el mundo admite que fue una idea tonta", pero otros programas similares se pusieron en marcha durante la administración Bush.
La polémica sobre "Rápido y Furioso" tampoco parece ser una amenaza mortal que ponga el riesgo el trabajo de nadie en este momento, dijo Peter Toren, un exfiscal federal y funcionario del Departamento de Justicia.
"Es ciertamente un ojo morado para el Departamento de Justicia", que supervisa la ATF, dijo Toren. Sin embargo, agregó, "esto es más una operación fallida que un escándalo".
Los efectos hasta el momento han dado lugar a la destitución del jefe de ATF, Kenneth Melson, y la renuncia del fiscal de EE.UU. para Arizona, Dennis Burke, en agosto. El presidente Barack Obama dijo a ABC News en octubre: "Las personas que metieron la pata tendrán que rendir cuentas".
Y también es probable que Holder enfrente preguntas difíciles sobre el asunto el próximo martes, cuando está programada su comparecencia ante el Comité Judicial del Senado. El republicano de mayor rango del comité, el senador de Iowa Chuck Grassley, es uno de los principales críticos del operativo.
Los republicanos han cuestionado recientemente si Holder engañó al Congreso cuando se enteró del programa. Holder dijo a la Cámara del Comité Judicial en mayo que había conocido el programa "Rápido y Furioso" apenas unas pocas semanas antes, mientras que los republicanos dicen que se publicaron recientemente documentos del Departamento de Justicia que demuestran que el fiscal general sabía realmente sobre el programa desde julio de 2010.
Toren dijo que los republicanos están tratando de echar la culpa por el fiasco a Holder. Pero Holder no parece haber tenido un "conocimiento íntimo" del programa de la ATF.
"Ha habido algunas sugerencias de que por lo menos sabía algo al respecto. Podría haber conocido el nombre, podría haber sido informado de que había una operación", dijo Toren. "No he visto nada que sugiera que deba ser considerado como que era responsable del programa".
Holder devolvió la bofetada en una carta de octubre reafirmando su testimonio y llamando las acusaciones del Partido Republicano sobre el programa como "irresponsables y enardecedoras". Y parece que Holder ha tenido un respiro esta semana, cuando un lugarteniente dijo a los senadores que no advirtió a Holder y a otros funcionarios de Justicia acerca de las tácticas utilizadas en "Rápido y Furioso", después de una operación anterior.
Lanny Breuer, el fiscal general adjunto a cargo de la división criminal, dijo a un subcomité judicial que se enteró de la táctica de permitir que armas ilegalmente compradas pudieran salir de las tiendas de armas en abril de 2010, respecto de una operación anterior conocida como "Receptor Abierto".
"Ojalá que en ese momento le hubiera dicho claramente al fiscal general adjunto y al procurador general que en este caso, "Receptor Abierto", habíamos determinado en 2006 y 2007 que las armas de fuego habían "caminado". Yo no lo hice y me arrepiento de ello", admitió Breuer.
Sabato dijo que Breuer se está "sacrificando" al admitir el error. Su testimonio puede no satisfacer a los republicanos, pero, "no hay aquí una pistola humeante para alguien de tan alto rango como Holder", dijo Sabato.
Sin embargo, dijo Toren, lo más probable es que las preguntas sigan surgiendo conforme las investigaciones continúan.
"Creo que sería mejor salir al paso, decir lo que realmente sucedió y dejar que las fichas caigan donde deben hacerlo", dijo.