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Venezuela

Los envíos de diésel venezolano a Siria avivan la controversia internacional

Por cnninvitationsaccount

Caracas (CNN) — Mientras que muchos líderes del mundo han condenado al presidente sirio Bachar al Asad, el líder ha encontrado a un aliado en el mandatario venezolano, Hugo Chávez.

La empresa petrolera estatal del país sudamericano ha enviado grandes cargamentos de diésel a Siria, a pesar de las sanciones internacionales. En los últimos meses, Venezuela ha suministrado a Siria al menos tres envíos de combustible diésel a modo de intercambio por nafta sirio, un producto del petróleo refinado, según un informe de mayo proveniente del Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos.

A finales de mayo, el ministro sirio de Petróleo dijo que un buque petrolero cargado con 35,000 toneladas de combustible diésel había llegado a su país procedente de Venezuela, informó la estatal Agencia de Noticias Siria Árabe, que añadió que Venezuela preparaba otro buque rumbo hacia Siria.

Haciendo referencia a documentos de los gobiernos de Venezuela y Siria, el Wall Street Journal informó esta semana que ya se trabajaba en un cuarto envío. CNN no ha podido confirmar de forma independiente dicho informe.

Chávez y el presidente de la empresa petrolera venezolana han defendido su derecho soberano a enviar combustible a Siria. “Si necesitan diésel, y podemos dárselo, no hay razón para no hacerlo”, dijo Rafael Ramírez, ministro de Energía de Venezuela, a la prensa en febrero, según informes de medios estatales. Ramírez, quien también dirige la empresa petrolera estatal, dijo que a Venezuela no le inquietaba la posibilidad de enfrentar sanciones internacionales por mandar combustible a la nación del Medio Oriente.

“No podemos determinar nuestra política exterior por temor a las sanciones estadounidenses”, dijo. “Hemos dicho que eso realmente no nos importa”. Chávez y al Asad mantienen una “antigua fraternidad personal”, de acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela en un comunicado después de que ambos líderes hablaran por teléfono en abril.

Chávez criticó esta semana lo que consideró el enfoque imperialista de Washington hacia Siria. “Ellos deberían concentrarse en solucionar los problemas de su país, pero quieren imponerse, como lo hicieron en Libia, donde mataron a miles y miles de personas para después asesinar a (el líder libio) Moammar Gadhafi, y ahora quieren hacer lo mismo a Siria, y también están amenazando a Irán”, dijo, según el canal estatal VTV.

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Por su parte el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo a una estación de TV de Miami que Chávez tiene un impacto muy pequeño sobre la política estadounidense, pero aseguró que la nación sudamericana requiere atención particular en relación a la influencia iraní.

“Siempre estamos preocupados por la participación de Irán en actividades desestabilizadoras en todo el mundo”, dijo Obama a WJAN de Miami. “Pero, a manera general, pienso que lo que ha hecho el Sr. Chávez en años recientes no tiene impacto en la seguridad para nosotros”, añadió Obama.

“Tenemos que estar vigilantes”, continuó. “Mi preocupación principal es que los venezolanos tengan una voz en sus propios asuntos y que puedan tener elecciones justas y libres, algo que no vemos siempre”.

El Parlamento venezolano aprobó en marzo un “acuerdo en solidaridad con Siria a la luz de la amenaza imperial presentada por Estados Unidos y sus aliados árabes”. “El documento exhorta a la comunidad internacional y a los amantes de la paz a emprender una campaña masiva para rechazar la intervención en ese país”, dijo el Ministerio del Interior venezolano.

Los críticos han señalado que el combustible enviado por Venezuela ha sido empleado para mantener las operaciones militares del gobierno sirio. Otto Reich, subsecretario de Estado de EU durante el gobierno del presidente George W. Bush, y feroz crítico de Chávez, declaró el mes pasado al diario venezolano El Universal que temía que el envío de buques de combustible pudiera tener intenciones más nefastas.

“Chávez utiliza sus propios buques ya que ninguna empresa internacional honorable de transporte llevará combustible a la máquina de muerte de Asad. Sin embargo, hay otra ventaja: ya que él controla todo el viaje, de muelle a muelle, Chávez podría estar enviándole, escondido entre los buques, material militar a Asad”, dijo.

Alberto Aranguibel, analista político de Caracas, y quien apoya a Chávez, dijo el martes a CNN en Español que los envíos de combustible son un asunto económico y humanitario. Las sanciones estadounidenses en contra de Siria deben detenerse, dijo. “Existe una razón humanitaria. El bloqueo es arbitrario, ilegal e ilegítimo. No afecta al gobierno. Afecta a la gente”, dijo.

Mauricio Meschoulam, profesor de Relaciones Internacionales en la Ciudad de México, dijo a CNN en Español que Venezuela es uno de los muchos países que se han involucrado en la crisis con Siria. “Desafortunadamente, están proveyendo a las partes que se están enfrentando”, dijo. Las sanciones estadounidenses contra Siria y los intentos de Venezuela para desafiarlos son parte de una batalla geopolítica mundial, dijo. “No hay buenos o malos (países). Todos luchan por los recursos, cada uno busca una parte del pastel”, dijo.

La estrecha relación entre Venezuela y Siria ha estado años en proceso. Tras firmar varios acuerdos con al Asad en un viaje a Siria en octubre de 2010, Chávez dijo que las capitales de ambos países “se han convertido en los polos del nuevo mundo”.

“Estamos obligados a tejer con hilos de acero las relaciones entre Damasco y Caracas. Nuevas relaciones económicas, políticas, agrícolas y científicas que deben fortalecerse para que juntos podamos superar los grandes desafíos que imponen los tiempos en que vivimos”, dijo Chávez.

La violencia estalló en Siria en marzo de 2011, cuando las fuerzas sirias lanzaron una brutal represión contra las manifestaciones antigubernamentales, parte de la Primavera Árabe que se extendió por varios países. Las autoridades sirias sistemáticamente han culpado a “grupos terroristas armados” de los enfrentamientos.

Las Naciones Unidas indica que más de 10,000 personas, en su mayoría civiles, han muerto por la violencia. Los grupos de oposición dar una cifra todavía más alta. CNN no puede verificar los informes de violencia en Siria, ya que el gobierno del país ha limitado el acceso a los periodistas internacionales.

Catherine E. Shoichet, de CNN, Fernando del Rincón, de CNN en Español, y la periodista Osmary Hernández contribuyeron con este reporte.