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Curiosidades

Opinión: No llames a tu hijo Siri

Por Sebastián Jiménez Valencia

Por Dean Obeidallah*, especial para CNN

(CNN) – Siri, Mars, Mac y Luna. No estoy hablando de productos Apple o de términos planetarios. Son nombres de bebés. Y no son nombres cualquiera, son los más populares en 2012 en Estados Unidos, según la más reciente lista de BabyCenter.com.

¿Siri? En serio, ¿quién nombraría a su bebé como un frustrante producto de Apple que casi nunca funciona? Y hablando de Apple (vean la hija de Gwyneth Paltrow y Chris Martin), ese nombre subió 585 puestos en la lista de nombres de niñas nacidas en Estados Unidos. Así que puede haber una familia ahí afuera con una hija de nombre Apple y un hijo llamado Siri (espero que eso le dé derecho a la familia a tener un descuento en una computadora iMac).

Hubo un momento en que ponerles nombres extraños a los bebés era cosa que las celebridades hacían (como si ser hijo de un famoso no fuera ya lo suficientemente difícil). Están Blue Ivy, hija de Beyoncé y Jay Z; Moxie Crimefighter, hijo de Penn Jillette; la hija de Bono es Memphis Eve; el hijo de Jason Lee se llama Pilot Inspektor; y la lista sigue y sigue.

Pero ahora este “fenómeno” aparentemente se está extendiendo en el resto de nosotros. Además de los extraños nombres de arriba, en 2011 se vieron nombres  como: Moo, Fraper, Graceland y Tequila.

Incluso ha reportes de prensa de que este pasado fin de semana unos padres supuestamente nombraron a su hija Hashtag. Ese podría resultar ser una broma de internet, pero después de la noticia del año pasado de un niño en Egipto llamado Facebook (por el papel que Facebook tuvo en la revolución egipcia), no estamos muy lejos de nombres como Retweet y Spam Blocker. En verdad sólo es cuestión de tiempo hasta que conozcas a un niño llamado DVR o Playstation 3.

Al parecer algunos padres creen que darle a su hijo un nombre impactante los hará distinguidos. Noticia: no es el nombre que hace que tu hijo se destaque, son sus logros.

Aunque no quiero aplacar la creatividad, seamos honestos: esos nombres raros responden más a sus padres queriendo hacer notar su “ingenio” que de encontrar un nombre que se ajuste a un niño. No es como que los padres puedan conocer al niño por unos meses y luego digan: “¿Saben? Este chico en realidad es un poco como Siri”.

¿Y estos padres acaso consideran que el nombre de un bebé puede causar consecuencias para el niño imprevistas por ellos, y en muchos aspectos de la vida de ese niño? Cuando reflexiono sobre mi propio nombre, caigo en cuenta que mi vida podría haber sido muy diferente si mis padres hubieran seguidos sus instintos iniciales de cómo llamarme.

Mi padre palestino quería llamarme Saladino por el famoso líder musulmán, mientras que mi madre siciliana quería llamarme Dino. En vez se pusieron de acuerdo en Dean.

Al crecer en Nueva Jersey, Dean no era un nombre común. Pero sí me hizo sentir diferente en una buena forma al ser el único Dean en clase. E incluso hoy al ver la lista de los nombres de bebés de 2012, me sentí muy feliz de que Dean no esté en los primeros 100.

Pero la verdad es que si me hubiera llamado Dino, ciertamente hubiera sido visto como un chico más étnico por los maestros, los posibles empleadores y los colegas. Habría tenido que superar estereotipos culturales una y otra vez.

Y si me hubiera tenido el muy árabe nombre Saladino Obeidallah, podrían imaginarse toda la “diversión” que hubiera tenido en Estados Unidos después del 11 de septiembre de 2001. Probablemente mi hubiera ofrecido de voluntario a los chequeos “aleatorios” en el aeropuerto para hacer todo  más fácil o simplemente me hubiera acostumbrado a viajar en autobús por todo el país.

Pero hay una diferencia entre un nombre que no es común y nombrar a un hijo como tu dispositivo preferido. Un nombre representa una gran parte de la identidad de un niño. Puede generar impresiones sobre un niño incluso antes de conocerlo, lo que es un problema ante las personas prejuiciosas del mundo, pero este es el mundo en el que tu hijo tendrá vivir.

Por ejemplo, algunos estudios han mostrado  que los niños con nombres que lingüísticamente suenan a que provienen de un estatus socioeconómico bajo son menos propensos a ser recomendados para estar en clases avanzadas y en realidad son más propensos a ser catalogados como personas con problemas de aprendizaje.

Otro estudio reveló que los niños con nombres que parecen femeninos –como Shannon o Ashley- han tenido más problemas disciplinarios en la escuela como respuesta a ‘matoneo’ o abuso. Pero otros estudios han hallado una relación entre el qué tanto le gusta a uno su propio nombre y su nivel de autoestima.

Así que, padres, tengan en mente que su escogencia de un nombre tendrá un impacto duradero en su hijo, tanto para bien como para mal. Y si insisten en elegir un nombre extraño para el bebé, entonces propongo que el niño tenga derecho a cambiarles el nombre a ustedes. Al menos es justo que uno niño llamado Hashtag pueda nombrar a sus padres Angry Birds y YouTube.

*Nota del editor: Dean Obeidallah, exabogado, es un comediante político y frecuente invitado en cadenas de televisión como CNN. Es editor del blog político The Dean's Report y es codirector del documental The Muslims Are Coming!. Síganlo en Twitter: @deanofcomedy