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Estados Unidos

Dos prohibiciones al matrimonio, ambas equivocadas

Por Funes

Por Donna Brazile, contribuidora de CNN

Nota del editor: Donna Brazile, contribuidora de CNN y estratega demócrata, es vicepresidenta de registro y participación de votantes en el Comité Nacional Demócrata. Es columnista, profesora adjunta en la Universidad de Georgetown y autora del libro “Cooking with Grease: Stirring the Pot in America”. Dirigió la campaña presidencial de Al Gore en el 2000.

(CNN) -- Hoy es el 46 aniversario del histórico fallo Loving vs. Virginia, una decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos que declaró inconstitucional cualquier prohibición sobre el matrimonio interracial. Más de cuatro décadas después de la crucial decisión, el máximo órgano de Justicia vuelve a tener la última palabra sobre un caso que podría poner fin a otra discriminación: la que pesa sobre las parejas gay.

Este mes se espera que la Corte Suprema dicte sentencia en el caso Hollingsworth vs. Perry, una demanda presentada por dos parejas de California que han calificado de inconstitucional la ley estatal que prohíbe los matrimonios entre personas del mismo sexo. Los abogados Ted Olson y David Boies (un republicano y un demócrata conocidos por sus disputas previas) se han reunido y han tomado el caso Perry más allá de California.

Olson y Broies argumentan que la Corte Suprema tiene la obligación constitucional de abolir no solo esta ley, sino todas las normas estatales que prohíben la igualdad en el matrimonio para todos los gais y lesbianas de Estados Unidos. Después de todo, dicen, eso precisamente hizo el tribunal en el caso Loving y otros 13 fallos en los que la Justicia prevaleció para proteger el derecho fundamental que tiene toda persona a casarse con quien ama.

Una decisión amplia en el caso Perry sería un histórico paso adelante para afirmar que los estadounidenses gais tienen los mismos derechos y libertades que el resto. Pese a que creo firmemente que la opinión pública no debe condicionar la responsabilidad de la corte, nuestra nación está claramente preparada para abrazar el matrimonio igualitario.

Cuando la Corte Suprema derogó la prohibición sobre el matrimonio interracial, una encuesta de Gallup mostró que solo el 20% de los estadounidenses estaba a favor de estos matrimonios. Pero el tribunal cumplió su obligación de proteger los derechos individuales sin tener en cuenta la opinión de la mayoría.

Hemos evolucionado mucho en la igualdad de matrimonios. Hoy, una mayoría creciente de votantes (58%) apoya el matrimonio para personas del mismo sexo.

Cuando Richard Loving le dijo a su abogado "dile a la corte que amo a mi mujer", difícilmente haya podido prever que sus palabras serían aplicables 46 años después en la misma sala. Nunca hay un tiempo equivocado para levantar las banderas de la justicia y la igualdad, pero el tiempo nunca ha sido más adecuado para defender los derechos de los homosexuales como en el caso Perry.

Mientras la Corte Suprema evalúa su decisión, el aniversario de Loving les ofrece un oportuno recordatorio a los jueces sobre un fallo que supo ser histórico.