OPINIÓN: Irán: de "eje del mal" a la mejor esperanza en el Medio Oriente

Por Arezo Yazd

Nota del editor: Arezo Yazd es una abogada iraní-estadounidense basada en la ciudad de Nueva York. Ella es la directora y fundadora de ASY Ventures, una empresa de consultoría legal que trabajaba principalmente con empresas de nueva creación de alta tecnología. La opinión expresada en este comentario solo corresponde a ella.

(CNN) — A medida que la situación en Iraq se intensifica, Estados Unidos se encuentra incómodamente alineado con un país que alguna vez fuera denigrado como parte del "eje del mal". Mientras que Iraq pierde el control de su frontera occidental contra los rebeldes ISIS, Estados Unidos decide pragmáticamente acudir a sus intereses geopolíticos para calmar este desastre.

El resultado poco probable es que Irán envíe armas y aviones militares -incluyendo aviones de combate rusos- a través de la frontera con Irán para ayudar al ejército nacional iraquí. Este cambio en la alianza parecía inverosímil hace unos años, pero desde que el presidente Hassan Rouhani asumió el cargo el año pasado las tensiones entre Estados Unidos e Irán se han relajado lenta y cautelosamente. Mientras Iraq se desploma en más caos y fragmentación - se espera que los kurdos voten por su total autonomía en un referéndum inminente - la mejora en la relación con Estados Unidos e Irán podrían ser el único lado positivo en este asunto que de otra manera es catastrófico.

Sin embargo, los partidarios de las relaciones Estados Unidos-Irán no deben olvidar la importancia de promover las relaciones a través de las relaciones económicas a largo plazo, en lugar de la basada en las necesidades militares puramente geopolíticos. En la última década, la guerra ha causado estragos en dos de las fronteras de Irán y, aparentemente, Irán y Estados Unidos compartían enemigos comunes como los talibanes y Saddam Hussein.

Sin embargo, las alineaciones políticas exteriores de la región no resultaron en lazos diplomáticos sostenidos. Al aliviar las sanciones y el fomento del crecimiento económico en Irán, Estados Unidos en última instancia puede promover una relación sostenible con base en las necesidades y los beneficios mutuos. Ahora más que nunca, existe la posibilidad de una asociación de este tipo en el mercado de la tecnología emergente de Irán.

Actualmente, Irán tiene el mayor número total de usuarios de Internet en el Medio Oriente; casi la mitad de los hogares iraníes tienen algún tipo de acceso a Internet. Hay más usuarios de Internet en Irán que en Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Israel, Kuwait, Líbano y Qatar, combinados. El interés de los jóvenes iraníes en la tecnología y el espíritu empresarial está aumentando rápidamente. El Centro para el Desarrollo del Comercio Electrónico de Irán ha anunciado recientemente que casi el 70% de los solicitantes de licencias electrónicas al por menor son menores de 30 años.

Más que centrarse en industrias como el petróleo y la gasolina, la cual en última instancia filtra las ganancias para un puñado de empresas grandes estrechamente alineadas con el régimen, la promoción del desarrollo comercial en el ámbito de la iniciativa empresarial de la tecnología crea una clase media altamente calificada. Una clase media iraní próspera tendrá un interés invertido en mantener relaciones estrechas con Estados Unidos.

Los beneficios a largo plazo de desarrollo comercial en el sector tecnológico de Irán son infinitos. La transparencia y una mayor apertura de la sociedad civil a través de los avances en los medios de comunicación social, la infraestructura de Internet y el acceso a la información son solo algunos de los beneficios adicionales de una industria tecnológica robusta.

Promover la tecnología frente a otras industrias en Irán también permite a Estados Unidos jugar un papel activo en un mercado que empodera a las mujeres en los negocios. A diferencia de muchos países occidentales, donde las mujeres solo representan el 10% de la industria tecnológica, las mujeres en el Medio Oriente representan el 35% de los emprendedores tecnológicos.

Este número está sorprendentemente considerando nociones occidentales de la marginación de las mujeres en la región. Las mujeres en el Medio Oriente cada vez más lo están considerando no solo conveniente sino también propicio para iniciar pequeños negocios desde la comodidad de sus hogares y, gracias a un mayor acceso a Internet, ahora son capaces de acceder a los mercados globales.

Los beneficios de promover la industria tecnológica emergente en Irán no han pasado desapercibidos. Los empresarios de Silicon Valley tienen previsto reunirse en septiembre para discutir la iniciativa empresarial en Irán y, en caso que desaparezcan las sanciones, la posibilidad de construir puentes entre los empresarios de Silicon Valley y sus homólogos iraníes. El propio TEDx Teherán de Irán, programado para celebrarse en Teherán a finales de este año, es el resultado del entusiasmo que rodea a la tecnología y al espíritu emprendedor.

Gran parte del entusiasmo que rodea el escenario tecnológico de Irán se basa en la posibilidad de que Estados Unidos cambie su política de sanciones con respecto a Irán. A diferencia de su predecesor, Rouhani avanzó en las negociaciones del programa nuclear con las potencias mundiales a principios de este año. Incluso haciendo uso de los medios sociales, Rouhani tuitea una imagen más suave de la presidencia iraní, mediante la publicación de imágenes de sí mismo con pantalones de chándal viendo partidos de la Copa del Mundo.

Lo más importante, Rouhani debutó su presidencia con un mensaje de apertura económica y deseo de volver a integrar a Irán en la comunidad internacional. El funesto historial de derechos humanos de Irán aún sigue en discusión, pero el enfoque abierto del país sobre temas económicos podría ser la mejor oportunidad de los activistas de los derechos humanos para abordar las libertades políticas a futuro.

El apoyo de Irán al gobierno del primer ministro Nuri al Maliki y con una mayoría de chiítas gobernantes en Iraq, pone a Irán en una posición que está alineada con los intereses geopolíticos de Estados Unidos. Lo que no queda claro es si la situación actual dará lugar a una sociedad estable si la crisis de Irak está contenida. El escándalo Irán-Contra en 1986 demostró que Estados Unidos de forma encubierta podría dejar de lado las diferencias ideológicas para obtener una ventaja militar. Sin embargo, como ha demostrado la historia, los aliados de guerra poco probables rara vez equivalen a una política diplomática estable. De hecho, si la historia le ha enseñado algo a Estados Unidos, es que Irán es un país resistente con un vasto potencial - el potencial que se expande mucho más allá de simplemente el petróleo, la gasolina y las armas.