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Fútbol

Funcionarios de la FIFA se defienden de las acusaciones de soborno

Por Mark Morgenstein

(CNN) -- Rusia y Qatar podrían perder el derecho a celebrar los eventos de la Copa del Mundo de 2018 y 2022 si se encuentra evidencia de que los votos para ganar la adjudicación fueron comprados con sobornos.

En una entrevista con una publicación suiza, el semanario Sonntagszeitung, el jefe de cumplimiento de la FIFA, Domenico Scala dijo lo siguiente: "si hubiera evidencia de que la designación de Qatar y Rusia como sedes ocurrió con votos comprados, entonces el proceso podría anularse".

Los rumores de que había habido juego sucio empezaron después del 1 de diciembre, cuando la FIFA eligió a Rusia y a Catar para celebrar el torneo mundial más importante del fútbol, y son más fuertes ahora que la FIFA está en medio de un enorme escándalo, el cual involucra acusaciones de que sobornos ayudaron a determinar las sedes de otras Copas del Mundo. Estados Unidos ha acusado a 14 personas, entre ellas nueve altos funcionarios de la FIFA, por cargos de corrupción.

La FIFA había representado la investigación continua como un paso progresivo para el ente rector del fútbol. Rusia, el país más grande del mundo, y Catar, una pequeña nación de Oriente Medio, serían las nuevas fronteras para el torneo favorito del mundo.

El director ejecutivo de la Copa del Mundo de Rusia de 2018 le dijo la semana pasada a Matthew Chance de CNN que Rusia tiene la intención de seguir preparándose para organizar el evento. Alexesy Sorokin dijo que la adjudicación a Rusia fue transparente.

"Fue un proceso limpio", dijo. "No transgredió ninguna práctica de la FIFA, ninguna práctica aplicable al proceso de adjudicación. ¿Qué más podemos decir?"

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Y el Comité Supremo para la Entrega y el Legado de Catar emitió una declaración la semana pasada en la que dijo lo siguiente: "Los eventos recientes ocurridos en la FIFA no tendrán un impacto en nuestros preparativos para la Copa del Mundo de 2022".

El estadounidense Chuck Blazer, quien fue miembro del comité ejecutivo de la FIFA y es un miembro clave de la investigación de Estados Unidos sobre el ente rector, admitió que él y otros funcionarios de alto rango aceptaron sobornos antes de las Copas del Mundo de 1998 y 2010, según documentos judiciales.

El ministerio de justicia y asuntos legales de Trinidad está haciendo un llamado para que el único funcionario de la FIFA acusado de su país viaje a Nueva York a fin de enfrentar un juicio en el escándalo que ha azotado al mundo del fútbol como una sucia barrida.

"Trinidad y Tobago no es Jack Warner", dijo el domingo el ministro Prakash Ramadhar de la nación caribeña. "Verdaderamente se trata de restaurar un sentido de la decencia en la política de Trinidad y Tobago. Hicimos un llamado al señor Warner para que nos librara de la infamia que nos ha traído, se traslade rápidamente a Estados Unidos y sea juzgado. Y si hay cosas que tiene que sacar a luz, que así sea, para que podamos dejar esto atrás, aprender de los errores del pasado y seguir adelante para no repetirlos en el futuro".

Warner es el ex vicepresidente del ente rector internacional del fútbol. Él y los otros 13 demandados han sido acusados por el Departamento de Estado de EE.UU. con un total de 47 cargos de crimen organizado, fraude electrónico, lavado de dinero, sobornos y otros delitos. El miércoles, la Interpol notificó a las naciones miembros que se habían emitido órdenes de arresto para Warner y cinco de los otros funcionarios acusados.

Ramadhar, quien desde hace mucho tiempo ha sido un adversario político de Warner en Trinidad y Tobago, dijo que Warner está poniendo en ridículo a su país de origen, y cuestionó por qué no va directamente a Nueva York para enfrentar los cargos.

"Soy abogado y sé que quienes son inocentes se apresuran para ser sometidos a un juicio temprano", dijo Ramadhar.

Desde que los fiscales estadounidenses presentaran la acusación el 26 de mayo, Warner ha amenazado con exponer los funcionamientos internos de la FIFA y su presidente Sepp Blatter, quien recientemente fue reelegido para cumplir con un quinto mandato, pero solo unos días después anunció que renunciaría.

El miércoles, Warner emitió un anuncio político pagado en televisión, titulado "Jack Warner: se ha quitado los guantes", en el que decía que había preparado una serie integral de documentos sobre las transacciones de la FIFA, entre ellas cheques y declaraciones corroboradas.

En el anuncio de televisión, el cual fue transmitido en su país natal de Trinidad y Tobago el miércoles, Warner dijo que él "ya no guardaría secretos para aquellas personas que ahora buscan destruir de manera activa la imagen internacional del país, que ha sido ganada con dificultad".

Él también dijo "Sin duda, y razonablemente, temo por mi vida". No dio más detalles.

Warner, el director del Partido Liberal Independiente de Trinidad y Tobago, ha negado todos los cargos en su contra, y dijo en una declaración que no había sido entrevistado por las autoridades y que "las acciones de la FIFA ya no me conciernen".

La acusación sostiene que Warner aceptó un soborno de 10 millones de dólares para que Sudáfrica celebrara la Copa del Mundo de 2010, y afirma que Sudáfrica estaba dispuesta a pagarle 10 millones de dólares a la Unión Caribeña de Fútbol "para apoyar a la diáspora africana" a cambio de los votos de Warner y otros dos conspiradores a fin de otorgarle la Copa del Mundo de 2010 a Sudáfrica y no a Marruecos. El comité de adjudicación de Sudáfrica ha negado cualquier irregularidad en el pago.

El Sunday Times de Londres informó que cintas secretas que exponen irregularidades en el proceso de votación para la Copa del Mundo de 2010 fueron ocultadas por la FIFA y por Blatter hasta que salieron a luz la semana pasada.

El domingo, la BBC informó que documentos muestran tres transferencias electrónicas que ascienden a 10 millones de dólares de cuentas de la FIFA a cuentas de la CONCACAF (Confederación de América del Norte, Central y el Caribe) controladas por Warner del invierno de 2008. Luego, según sugieren los documentos, Warner utilizó el dinero para hacer retiros en efectivo, préstamos personales y para el lavado de dinero, informó la BBC.

No hubo una respuesta inmediata por parte de Blatter a esos informes de medios de comunicación británicos.

En total, los fiscales afirman que los funcionarios de la FIFA aceptaron más de 150 millones de dólares en sobornos para brindar "derechos lucrativos de comercialización y de transmisión" para los torneos de fútbol.

Robyn Curnow y Harry Reekie de CNN informaron sobre esta historia desde Trinidad, James Masters, Laura Smith-Spark y Tim Hume informaron desde Londres, Stephanie Halasz tradujo una publicación suiza desde Austria, Steve Almasy informó y Mark Morgenstein escribió en Atlanta.