El escándalo de la muerte

Nota del editor: Camilo Egaña es el conductor de Encuentro. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor.

(CNN Español) -- Decía Julio Cortázar, el escritor argentino que se negaba a envejecer, que la muerte es el mayor escándalo posible. Y lo es. Por esa sensación de pérdida que no se palía con nada y porque jamás sabemos qué hacer cuando ya no hay nada que hacer.

Un colombiano de 79 años, que vivía a merced de un cáncer feroz, con dolores terribles y desfiguración de rostro incluidos, se ha sometido a la primera eutanasia legal que se realiza en Colombia y en toda en América Latina.

La eutanasia es un tema tabú. Hay gente que ni siquiera se atreve a pensar en eso sin tocar madera. Los más acomodaticios dicen que no les interesa el tema y punto; y están los que arguyen que sus creencias religiosas no le permiten apoyar algo que sin embargo, va ganando espacio en el mundo de hoy.

Extraño, pero comprensible, el recelo con que los latinoamericanos asumimos la eutanasia frente a la flexibilidad con que enfrentamos otros asuntos tan peliagudos como la despenalización de las drogas, el matrimonio entre los homosexuales y hasta el derecho al aborto.

Es que la muerte es el mayor escándalo posible.

La Federación Mundial de Asociaciones para el Derecho a Morir, formada  por 51 asociaciones de 23 países, proclama que todos deberíamos  tener el derecho a morir "con dignidad, lo que significa en paz y sin sufrimiento". Y que todos los poderes deberían respetar el deseo de morir, libremente expresado,  por un enfermo perfectamente informado de su estado de salud, sin importar quién es, en qué cree y por quién vota.

Yo  creo que no hay otra libertad que el derecho al cuerpo, incluso para destruirlo. Pero ¿y si estoy errado?