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Opinión

Librepensador… y a mucha honra

Por Camilo Egaña

Nota del editor: Camilo Egaña es el conductor de Encuentro. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor.

(CNN Español) -- Ni por Navidad los bárbaros descansan.

Ashraf Fayadh es un poeta en Arabia Saudí que ha sido condenado a muerte por apostasía. En su más estricto significado, la apostasía es la negación, renuncia o abjuración a la fe religiosa.

La condena viene del Comité para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, la policía religiosa de Arabia Saudí, pagada por el Estado, y que opera en nombre de Mahoma sin tener en cuenta el mensaje de paz y reconciliación de la mayoría de los musulmanes.

Como en la antigua Roma —que era una ciudad de bárbaros—, alguien denunció a Fayadh. En mayo de 2014, un juez  lo sentenció a cuatro años de prisión y 800 latigazos. De nada ha valido que durante los seis juicios a que ha sido sometido, este hombre de 32 años se haya arrepentido una y otra vez ante Dios.

En Arabia Saudí la apostasía es uno de los seis "delitos contra Dios”; la blasfemia y la apostasía están penadas con la muerte.

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La Sharia, es una ley islámica que asume que cada chico nace de modo automático e irreversible con la misma religión que sus padres. Y pobre del que decida su propio camino, que para eso están los dioses. O mejor, los santurrones que manejan a tales dioses.

En 13 países del mundo, declararse ateo o rechazar la religión dominante se paga con la vida, asegura el Informe sobre Libertad de Pensamiento, correspondiente al 2014 y elaborado por Unión Internacional Humanista y Ética, que aglutina grupos ateos y secularistas de todo el mundo.

Yo, por si las moscas, siempre que alguien me dice, con ese tonillo mordaz que apenas disimula la mala leche de quien lo dice, que soy un libre pensador, le doy las gracias porque en esta vida hay que ser bien portado y agradecer cada bendición que uno reciba. Venga de donde venga.