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Europa

Los votantes de Italia y Austria envían un mensaje a los líderes de la Unión Europea: agárrense fuerte

Por Nic Robertson

(CNN) -- Los europeos montaron en una montaña rusa emocional el domingo. Arriba primero, luego hacia abajo.

La renuncia del primer ministro de Italia, Matteo Renzi, en las primeras horas del lunes supuso lo que muchos temían: que su referéndum sobre reformas políticas internas repercutiría en toda Europa.

Horas antes, los líderes europeos habían aclamado la victoria del candidato ecologista y proeuropeo Alexander Van der Bellen sobre el nacionalista y euroescéptico Norbert Hofer, en la elección presidencial de Austria.

El presidente de Francia, François Hollande, tuiteó el "pueblo austriaco ha elegido Europa".

El ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, dijo que "toda Europa estaba aliviada".

Ambos prestaban una atención particular, ya que, junto con Holanda, se enfrentan a sus propias elecciones el próximo año.

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En una Europa inundada de populismo aparentemente infeccioso, los votos van más allá de las fronteras.

Pero el alivio por el voto austriaco fue de corta duración. La derrota en el referéndum de Renzi da a los escépticos de la UE un mandato más firme y, posiblemente, suficiente influencia en el Parlamento para impulsar su agenda.

¿Podría Italia salir de la UE?

El gran ganador será el Movimiento Cinco Estrellas del excomediante convertido en político Bebe Grillo. Son anti-UE y quieren a Italia liberada de las restricciones de la moneda única europea.

El escenario se está preparando lentamente para un posible "itexit".

Renzi iba bien en las encuestas hasta que se jugó su futuro político en el referéndum. Sus enemigos vieron su oportunidad y se lanzaron, incluyendo otros partidos anti-UE, como la Liga Norte.

El mensaje de Bruselas es claro: si el sentimiento antiunión puede derribar al primer ministro, entonces sin duda puede sacar a Italia del grupo de 27 naciones.

Golpe en Austria a la extrema derecha

Los austriacos, por el contrario, se han alejado en los últimos seis meses del mensaje antiinmigrante y antimusulmán de Hofer.

En la anterior elección, que fue anulada por la Corte Suprema por irregularidades, Van der Bellen sólo pudo ganar por 31.000 votos de diferencia. Ahora lo hizo con un 7%.

Hofer dijo que quería que Austria siguiera en la UE, pero quería cambios en la política de fronteras abiertas de Europa.

Pero la influencia de Hofer disminuyó desde mayo, en parte debido al éxito de la UE en el freno del número de inmigrantes que llegaron a las fronteras austriacas. La llamada ruta de los Balcanes fue cerrada con la ayuda de Turquía y Grecia.

Así, mientras que el año pasado cerca de un millón de inmigrantes pasaron a través de Austria, impulsando el mensaje antimigrante de Hofer, este perdió parte de su potencia.

La ultraderechista francesa Marine Le Pen respondió a la derrota de Hofer con un tuit felicitando a su partido por luchar "con valor".

"¡Van a resultar victoriosos en las próximas elecciones (legislativas)!", agregó.

¿Ascenso del nacionalismo?

Más tarde, Le Pen felicitó a los nacionalistas del norte de Italia: "Bien hecho a nuestro amigo Matteo Salvinimi por su victoria del NO".

"Los italianos se han alejado de Renzi y la UE. ¡Debemos escuchar a esta sed de libertad y protección a las naciones!"

Los políticos convencionales han estado luchando por lidiar con el ascenso de Le Pen -que responde a las frustraciones sobre la globalización, la incertidumbre sobre la economía y la erosión de la identidad nacional- pero no han encontrado una solución.

Y mientras se toman con tranquilidad la victoria de Alexander Van der Bellen en Austria, sin duda tendrán que pensar en lo que realmente significa.

No es sólo el primer presidente del Partido Verde de Europa Occidental, sino que es el primer presidente de Austria que no pertenece a uno de los dos partidos políticos principales del país.

El mensaje del domingo es claro: los líderes europeos deben prepararse para un viaje salvaje.