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Religión

Papa dice que faltan sacerdotes, ¿por qué no permiten ordenar mujeres?

Por Paula Bravo Medina

(CNN Español) -- El papa Francisco dice que hay falta de clérigos y vocaciones en la Iglesia católica, y que eso es un "problema enorme", según lo comentó en una entrevista con el diario alemán Die Zeit. Por esa razón, Francisco dijo que estaba abierto a que los hombres casados puedan convertirse en sacerdotes.

Frente a esta escasez de sacerdotes que menciona el pontífice ha resurgido una pregunta recurrente para la Iglesia, ¿por qué no permitirles a las mujeres ser sacerdotes?

La Iglesia actualmente permite que religiosos casados que se convierten al catolicismo desde otras religiones continúen sirviendo como sacerdotes. La opción que estaría considerando el papa permitiría a los hombres ya casados que se ordenen como sacerdotes. Pero los hombres solteros que ya son sacerdotes no podrían casarse, dice el papa.

Francisco no mencionó nada sobre que se esté considerando a mujeres sacerdotisas para esta crisis de vocaciones.

En agosto de 2016 el pontífice despertó las esperanzas acerca de un cambio que les permitiría a las mujeres participar como diaconisas.

En ese entonces el papa creó la comisión para estudiar el rol histórico del "Diaconado de las mujeres" en la Iglesia católica, según reportó El Vaticano.

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"Tras una intensa oración y una madura reflexión, el papa Francisco ha decidido instituir la Comisión de Estudio sobre el Diaconado de las Mujeres", señaló la Oficina de prensa del Vaticano en ese momento.

El papa se había comprometido a crear la comisión después de una reunión con un grupo de monjas el 12 de mayo de 2016, cuando dijo que quería ver un mayor número de mujeres en las posiciones de toma de decisiones en la Iglesia, añadiendo que la integración de ellas a la vida de la Iglesia ha sido muy "débil".

El diaconado es un grado anterior al sacerdocio, que actualmente ejercen hombres casados o solteros, y otorga la posibilidad de administrar algunos sacramentos como matrimonios y bautizos, pero no consagrar o absolver los pecados.

Las diaconisas fueron una figura en la Iglesia católica que desapareció con el paso del tiempo.

Según ha señalado El Vaticano, hay mucha evidencia de que las mujeres fueron diaconisas en los primeros siglos de la Iglesia. Un ejemplo fue Phoebe, una diaconisa citada en la carta de San Pablo a los Romanos.

Con esta puerta abierta, muchos se preguntaron si las mujeres sacerdotes serían una posibilidad.

Sin embargo, en noviembre de 2016, el papa fue muy firme al decir que las sacerdotisas no serán permitidas en la Iglesia católica, y añadió que es probable que nunca pase.

"Sobre la ordenación de mujeres en la Iglesia católica, la última palabra es clara y fue dicha por San Pablo II y eso permanece", dijo el papa durante una rueda de prensa en un vuelo desde Suecia.

El periodista sueco que le hizo la pregunta insistió: ¿Nunca? ¿Jamás?

"Si leemos cuidadosamente la declaración de San Pablo II va en esa dirección, sí", añadió el papa.

¿Por qué las mujeres no pueden ser sacerdotes católicas?

Según afirmó propio papa en ese vuelo desde Suecia, no se trata de una falta de capacidad de las mujeres.

El pontífice cita las discusiones "largas e intensas" de San Juan Pablo II. Se refiere a la carta apostólica Ordinato Scerdotalis, de mayo de 1994, en la que se trata el tema de la ordenación de mujeres como sacerdotes en la Iglesia anglicana, en la que sí se permite y se explica la posición de la Iglesia católica sobre este asunto.

La carta cita un estudio previo del papa Pablo VI (en 1975), en el que dice que "no es admisible ordenar mujeres para el sacerdocio, por razones verdaderamente fundamentales. Tales razones comprenden: el ejemplo, consignado en las Sagradas Escrituras, de Cristo que escogió sus Apóstoles sólo entre varones; la práctica constante de la Iglesia, que ha imitado a Cristo, escogiendo sólo varones; y su viviente Magisterio, que coherentemente ha establecido que la exclusión de las mujeres del sacerdocio está en armonía con el plan de Dios para su Iglesia".

Pablo VI, citado en la carta de Juan Pablo II, añade que la iglesia "no se considera autorizada a admitir a las mujeres a la ordenación sacerdotal" citando razones de tradición y acciones de Cristo. Por ejemplo, que cuando llamó a los apóstoles, por designo de Dios y por medio del Espíritu Santo, afirma el papa, eligió a hombres.

"Por otra parte, el hecho de que María Santísima, Madre de Dios y Madre de la Iglesia, no recibiera la misión propia de los Apóstoles ni el sacerdocio ministerial, muestra claramente que la no admisión de las mujeres a la ordenación sacerdotal no puede significar una menor dignidad ni una discriminación hacia ellas, sino la observancia fiel de una disposición que hay que atribuir a la sabiduría del Señor del universo", afirmó el entonces papa Juan Pablo II en la carta.

"Por tanto, con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la misma constitución divina de la Iglesia, en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos (cf. Lc 22,32), declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia", concluye.

La Asociación de Mujeres Sacerdotes Romanas Católicas, una organización que promueve "la igualdad de derechos y justicia para las mujeres en la Iglesia", y la ordenación de sacerdotisas (algo que El Vaticano castiga con la excomunión), afirman que quieren renovación y que sirven a la Iglesia y a los necesitados, según estipula su página web.

Afirman que hay más de 124 mujeres sacerdotisas y 10 mujeres obispos en el mundo en Europa, Sudamérica y Estados Unidos.

"El Vaticano dice que estamos excomulgadas, sin embargo, nosotros no aceptamos eso y afirmamos que somos miembros leales de la Iglesia", añaden.

Cambios para las mujeres

Francisco ha resaltado el papel de las mujeres e la Iglesia diciendo que son "más importantes que los hombres porque la Iglesia es mujer. Es "la" iglesia, no "el" iglesia. La Iglesia es la esposa de Cristo. Y la Virgen es más importante que los obispos y sacerdotes", dijo en 2015 en una sesión de preguntas en El Vaticano.

A pesar de su férrea posición frente a la posibilidad de sacerdotisas católicas, Francisco ha instado por cambiar algunas políticas de la Iglesia frente a las mujeres.

En enero de 2016 el pontífice declaró que las mujeres deben ser incluidas en la tradicional ceremonia de lavado de pies del Jueves Santo, una decisión muy esperada por las mujeres occidentales.

El Vaticano anunció el cambio y dijo que la práctica ahora será parte del Misal Romano, el libro que guía la liturgia católica en todo el mundo. El cambio se hizo efectivo a partir del 24 de marzo de 2016, Jueves Santo.

En febrero de 2016, durante una conferencia de prensa en el avión papal de regreso a Roma luego de seis días de visita apostólica en México, el papa Francisco abrió la posibilidad de que las mujeres puedan usar anticonceptivos para evitar embarazos específicamente para prevenir el virus del Zika.

Cuando los periodistas le preguntaron al papa sobre si la iglesia Católica podría permitir el uso de anticonceptivos en el caso de las madres que no quieren quedar embarazadas debido al virus del Zika, el papa dijo que “evitar el embarazo no es un mal absoluto”.

“El aborto no es el menor de los males. Es un crimen. En el mal menor —evitar el embarazo— estamos hablando en términos del conflicto entre el quinto y el sexto mandamiento (No matar y no cometer actos impuros, respectivamente)”, dijo el pontífice a periodistas."Es un crimen. Es eliminar a uno para salvar a otro. Es lo que hace la mafia, ¿eh? Es un crimen. Es un mal absoluto".

La Iglesia católica no acepta el uso los métodos de anticoncepción artificiales, como pastillas y condones, pues se consideran inmorales ya que intervienen en el plan de Dios para el matrimonio: tener hijos.

“El gran Pablo VI, en una difícil situación en África, permitió a las monjas usar anticonceptivos en casos de violencia”, recordó Francisco en febrero.

“Por otra parte, evitar el embarazo no es un mal absoluto. En ciertos casos, como en este que mencioné del papa Pablo VI, era claro”, añadió.

Actualmente, el sacerdocio de las mujeres es permitido en religiones como el aglicanismo y en las iglesias protestantes.