arrow-downcloseCNNEcomment-02commentglobeplaylistsearchsocial-facebooksocial-googleplussocial-instagramsocial-linkedinsocial-mailsocial-moresocial-twittersocial-whatsapp-01social-whatsapptimestamptype-audiotype-gallery

Breaking News

Esto es una prueba

Donald Trump

Donald Trump

Las relaciones entre la Casa Blanca y los medios, en punto de quiebre, mientras Spicer busca un reemplazo

Por Dylan Byers

(CNNMoney) -- Cinco meses después del inicio de la presidencia de Donald Trump, las relaciones entre la Casa Blanca y los periodistas penden de un hilo.

La Casa Blanca enfrenta a diario críticas de los medios de comunicación por su decisión de reducir la frecuencia de las ruedas de prensa y por sostener algunas de estas fuera de cámara, privando al público de ver a los funcionarios de la Casa Blanca de responder las preguntas.

Entre tanto, la Casa Blanca se ha vuelto extremadamente crítica con los medios de comunicación por lo que los funcionarios del gobierno describen como informes sesgados y sensacionalistas por parte de periodistas de gran prestigio.

Sean Spicer, secretario de Prensa de la Casa Blanca.

En medio está un equipo de comunicaciones excesivamente sobrecargado y con poco personal que ha gastado más de un mes buscando sin éxito nuevo personal para ayudar a aliviar parte de la presión. Hasta el momento, toda esa búsqueda ha revelado que la gente que la Casa Blanca quiere no está interesado en el trabajo y que las personas que están interesadas en el trabajo no es lo que quiere la Casa Blanca.

En medio de este caos, la Oficina de Prensa de la Casa Blanca ha optado por una estrategia ad-hoc intentando molestar a los medios —el lenguaje que se usa en la Casa Blanca es mucho más fuerte— y hacerlos ver ridículos. Pasan varios días sin una sesión informativa, y cuando la frustración de los medios sobre la falta de acceso a la información alcanza un punto álgido, vuelve a haber una rueda de prensa convencional. Al día siguiente puede haber una sesión sin cámaras, empezando de nuevo el proceso.

publicidad

El resultado es una tóxica relación entre la Casa Blanca, que cree que la prensa debería ser menos conflictiva, y los medios, que creen que su trabajo es ser conflictivos. Ambos creen que el otro lado está actuando de mala fe, y ambos están perdiendo el respeto por el otro. Y la desgastada relación está ocupando cada vez más el tiempo de todo el mundo creando una distracción de temas más importantes para el público en general.

Entre tanto, el presidente Trump continúa atacando a los medios de comunicación en comunicaciones públicas incluso cuando los alaba en privado.

“Nunca nos intimidaremos por las corporaciones de medios deshonestas que dirán y harán todo para hacer que la gente los vea en sus pantallas o lograr que las personas paguen por sus fallidos periódicos”, dijo Trump en un evento en Iowa este miércoles.

En su viaje de regreso a Washington, Trump volvió al Air Force One y sostuvo un encuentro de 28 minutos sin cámaras con los periodistas.