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Historia

El problema de Twitter que podría cambiar la historia

Por Jason Steinhauer

Nota del editor: Jason Steinhauer es el director del Centro Lepage de la Universidad de Villanova para la Historia en el Interés Público. Las opiniones expresadas en este comentario son de su propia responsabilidad.

(CNN) -- Aquellos distraídos por nuestro reciente teatro político pueden haberse perdido un extraordinario incidente internacional a finales de mayo: Rusia y Ucrania se metieron en una guerra de Twitter basada en la historia.

Una breve recapitulación de lo ocurrido: el presidente ruso Vladimir Putin celebró una conferencia de prensa con su homólogo francés, Emmanuel Macron, en Francia. Durante el informe a la prensa, Putin declaró con orgullo que la esposa del rey medieval francés Enrique I, Anna Yaroslavna, era rusa.

Una cuenta de Twitter de Ucrania tuiteó que, de hecho, Yaroslavna era de Kiev, no de Rusia. La cuenta oficial de Twitter de Rusia escribió: "Estamos orgullosos de nuestra historia común. Compartimos la misma herencia histórica que debe unir a nuestras naciones, no dividirlas". A lo que Ucrania respondió con este GIF de Los Simpson.

El intercambio generó miles de reacciones en Twitter, que van desde la risa y el shock a los historiadores y ciudadanos compartiendo sus propias interpretaciones sobre lo que fueron los Estados eslavos medievales.

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¿Ausentes de la conversación? Las voces de los historiadores, que son críticos en la provisión de evaluaciones honestas basadas en evidencia bien investigada.

Cientos de millones de personas ahora consumen información histórica en las redes sociales, ya sea directamente o a través de enlaces. Según una encuesta realizada en el 2016 por el centro Pew, la mayoría de los adultos estadounidenses (el 62%) reciben noticias en las redes sociales, y el 18% lo hacen con frecuencia. El mismo estudio encontró que casi seis de cada diez usuarios de Twitter reciben noticias en esa plataforma. Pocos van a monografías académicas o artículos de revistas para profundizar.

Macron y Putin durante su reunión reciente en Versalles. (Crédito: FRANCOIS MORI/AFP/Getty Images)

Por lo tanto, un foro como Twitter es una oportunidad importante para aclararle la información a los ciudadanos y hacer que los líderes políticos y los actores estatales rindan cuentas por su uso y abuso del pasado.

A menudo en Twitter muchos de los comentarios y respuestas se basan en datos de Wikipedia u otras fuentes que no pueden ser investigadas a fondo. Además, muchas de las respuestas (incluidas las de las dos naciones involucradas) tienen motivaciones políticas y, como tales, pueden no ser fidedignas u objetivas. Aquí es donde los historiadores juegan un papel importante en establecer el expediente acertado.

Por supuesto, la cuestión de la exactitud histórica no es algo único de esta controversia entre Rusia y Ucrania. En nombre del Departamento de Estado de Estados Unidos, estuve recientemente en Lituania, donde los medios rusos afirman que ya que las tropas soviéticas conquistaron el territorio lituano durante la Segunda Guerra Mundial, ahora este debería ser devuelto a Rusia. Esto es parte de un esfuerzo mayor de los medios rusos y militares para desacreditar la historia de Lituania y justificar el regreso a una esfera de influencia soviética.

Ahí es donde necesitamos las voces de los historiadores para acabar con este desorden. De hecho, este fue mi mensaje en la reunión con funcionarios de Estados Unidos y Lituania, además de académicos y estudiantes. Es por eso que un grupo de historiadores, especialistas en medios de comunicación y comunicadores científicos de todo el país ha establecido el campo de la "comunicación de la historia" para capacitar a los historiadores para que sean conocedores de los medios y darles habilidades para usar los nuevos medios y así poder promover su conocimiento.

Los historiadores han dado grandes pasos para salir de las aulas y entrar en el ciberespacio. Docenas de historiadores están trabajando juntos en un nuevo blog de historia para The Washington Post, y hay varios podcasts con temas de historia y sitios web que publican conocimientos históricos. Pero tenemos que ir aún más lejos.

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Muchos historiadores, incluyendo aquellos que trabajan en temáticas rusas, tienen cuentas de Twitter. Mi lista de historiadores en Twitter está compuesta actualmente por más de 1.100 miembros. Algunos de ellos, como Kevin Kruse, Joanne Freeman y Heather Cox Richardson, ya están coordinándose para interponer su experiencia en controvertidos debates sobre el pasado, pero esto no puede parar con ellos.

El trasfondo del debate entre Rusia y Ucrania es complejo. Y es parte de un gran esfuerzo ruso para establecer reivindicaciones legítimas a las antiguas tierras soviéticas a través de la influencia en la opinión pública.

La historia, por supuesto, juega un papel importante en este proceso. Antes de que Moscú anexara Crimea, se propuso establecer los lazos históricos de Rusia con la península y reunió el apoyo entre los residentes para un retorno a su patria rusa.

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Mientras que en el pasado estas disputas a lo largo de la historia pudieron haberse dado en los libros, en los medios de comunicación convencionales y en el mundo académico, hoy también se dan a través de internet y las redes sociales.

Necesitamos que los historiadores estén allí para desentrañar el mito de los hechos.