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Aviación

Los nuevos refrigeradores del avión presidencial de EE.UU. cuestan US$ 24 millones

Por Zachary Cohen, Ryan Browne

(CNN) – El avión presidencial de Estados Unidos, el Air Force One, está preparado para una serie de mejoras que incluirá refrigeradores nuevos por un costo estimado en casi 24 millones de dólares.

En diciembre pasado, la Fuerza Aérea le adjudicó a Boeing un contrato por 23,6 millones de dólares para reemplazar dos de las cinco "unidades de enfriamiento" a bordo del avión que utiliza el presidente Donald Trump.

“Las actuales unidades enfriadoras de la zona posterior baja que se van a reemplazar son parte del equipo original que se entregó con la aeronave en 1990. Las unidades utilizan la tecnología disponible entonces y se diseñaron para almacenar alimentos a corto plazo”, le dijo a CNN la portavoz de la Fuerza Aérea, Ann Stefanek.

“Aunque se han hecho revisiones habituales de mantenimiento, la fiabilidad ha disminuido a medida que aumentan las fallas, especialmente en entornos cálidos y/o húmedos. Las unidades ya no cumplen los requisitos necesarios para el almacenamiento de alimentos”, añadió.

La página web Defense One destacó el costo de las nuevas neveras a principios de esta semana.

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Como el Air Force One es una aeronave única, muchos de sus componentes requieren pruebas especiales por parte de la Administración Federal de Aviación. En ese sentido, lo que cuesten dichas evaluaciones está incluido en el precio del componente, en este caso de los refrigeradores. El contrato de 24 millones de dólares cubrirá los costos por los servicios de soporte de ingeniería para las nuevas neveras, incluido el diseño del prototipo, la fabricación y la instalación, según el contrato del Departamento de Defensa.

“Las unidades y las modificaciones estructurales asociadas a la aeronave están diseñadas especialmente para proporcionar más de 1,9 metros cúbicos de almacenamiento controlado por temperatura (refrigeración/congelación), con el objetivo de apoyar al personal a bordo durante un período prolongado sin tener que reabastecerse en el exterior”, le explicó Stefanek a CNN.

“La ingeniería requerida para diseñar, fabricar, realizar pruebas ambientales y obtener la certificación de la Administración Federal de Aviación está incluida en el costo”, añadió.

El exasesor del presidente Barack Obama, Eric Schultz, se burló este viernes del alto precio de los refrigeradores y dijo que si lo hubieran hecho durante el gobierno anterior "nos habrían destituido".

Pero esta no es la primera vez que un gobierno recibe críticas por los altos precios de las mejoras para los aviones militares: en el caso de Obama, su equipo fue presionado para desistir del plan de construir una nueva flota de helicópteros presidenciales en 2009, después de que trascendiera que el costo sería de por lo menos 11.000 millones de dólares.

Durante la campaña, Trump presumió de que cambiaría el Air Force One por su jet privado. También fue un crítico feroz de lo que costaría el nuevo programa Air Force One, y llegó a afirmar que “los costos están fuera de control” y que había que “cancelar la orden”, como escribió en su cuenta de Twitter en diciembre de 2016.

Sin embargo, desde que Trump asumió el cargo, al igual que sus predecesores, ha viajado en el avión VC-25 fabricado por Boeing, cuya última versión entró en servicio en 1990.

La Fuerza Aérea anunció el año pasado que había llegado a un acuerdo para comprarle a Boeing dos aviones que serían la próxima generación de Air Force One, para trasladar a futuros presidentes por todo el mundo en las próximas décadas. Ese contrato es aparte del acuerdo entre Boeing y la Fuerza Aérea para el mantenimiento de la flota actual del Air Force One.