arrow-downcloseCNNEcomment-02commentglobeplaylistsearchsocial-facebooksocial-googleplussocial-instagramsocial-linkedinsocial-mailsocial-moresocial-twittersocial-whatsapp-01social-whatsapptimestamptype-audiotype-gallery
Redes sociales

¿Qué $%#*@ te pasa? ¡Claro que es Yanny! (¿o Laurel?)

Por Ford Vox

Nota del editor: Ford Vox es un médico especializado en medicina de rehabilitación y periodista. Es analista médico de la estación NPR WABE-FM 90.1 en Atlanta.
Él escribe frecuentemente para la opinión de CNN. Síguelo en Twitter: @FordVox. Las opiniones expresadas en este comentario son suyas.

(CNN) -- ¿Qué vamos a hacer con el último debate perceptivo que toma las redes sociales y toda Internet, separando a los seres queridos entre sí, causando caos, sollozos y dolor?

Bromeamos, claro. Pero solo un poco, cuando hablamos de Yanny vs. Laurel.

Lo más probable es que estés fascinado y/o alucinado por este fenómeno viral, si es que aún no has pasado la prueba. Es el equivalente auditivo del debate "vestido blanco y dorado o azul y negro" de hace algunos años.

MIRA: La nueva pregunta viral en redes: ¿de qué color es la pelota de tenis?

¿Deberías confiar en tus sentidos?

Haz clic aquí para probarlo : ¿escuchas "Yanny" o "Laurel"?

Yanny vs. Laurel, el nuevo reto viral en redes sociales.

Aquellos que oímos a "Yanny" con precisión y claridad no podemos entender qué diablos está sucediendo en las mentes de aquellos que afirman escuchar a Laurel, y viceversa. Las ilusiones auditivas son quizás aún más llamativas para nosotros que las visuales, pero debemos entender que hay una serie de ilusiones para cada uno de tus sentidos, cada una explotando los límites de la percepción humana, donde cualquiera puede acabar viendo o escuchando cosas distintas.

Estas ilusiones perceptivas ocupan el tiempo de muchos psicólogos y neurocientíficos para llenar una revista científica titulada Perception, que se publica cada mes desde 1972. La sin duda tratará el desafío viral Yanny vs. Laurel en su momento, pero mientras tanto, sus páginas ofrecen una idea de los desajustes mentales entre nosotros y nuestro planeta.

En un estudio reciente , los investigadores comprobaron que a la gente se le puede engañar sobre cuántos tonos creemos que escuchamos, según cómo estén compuestos, usando sonidos de piano y batería, donde los sonidos del piano cambian de tono pero los tambores permanecen iguales.

Hay versiones visuales de la misma ilusión en las que no podemos calcular correctamente cuántos cuadros negros y blancos hay, según cómo estén dispuestos. Estas ilusiones y muchas otras demuestran que el cerebro humano ha evolucionado para detectar patrones en el ruido primero, seguramente porque esa es la forma más rápida y eficiente de hacer las cosas bien en general. Y una vez que percibimos un patrón, este domina nuestra capacidad de razonar.

Pero nuestro sesgo natural hacia el reconocimiento de patrones puede ir muy lejos, y ello puede ser señal de una enfermedad mental. Las alucinaciones psicóticas son percepciones sensoriales que se han vuelto locas, una forma extrema de ilusión donde el cerebro ejerce su propia visión del mundo de forma tal que se torna severamente distorsionado.

Los científicos han explorado la tendencia a escuchar voces dentro del ruido blanco entre personas con y sin esquizofrenia, y claramente hay un espectro para esta tendencia: el 9% de las personas sanas escuchan una voz donde no la hay (engañados por la exposición a una variedad de clips de sonido, algunos de los cuales contienen voces débiles), pero ese número se triplica al 30% en personas psicóticas. Si tu hermano o hermana tiene psicosis, es más probable que también escuches una voz: 14%, según el estudio.

LEE: 'Covfefe', la palabra inventada por Trump que enloquece a las redes sociales

Ahora, Yanny vs. Laurel ciertamente no va a causar que nadie sea diagnosticado con esquizofrenia. El archivo de audio es una prueba única de sonido de baja calidad que no tiene un ganador o perdedor claro.

A diferencia del número de canicas en una mesa, o si los científicos ocultaron una voz susurrante en algún ruido televisivo (pruebas que tienen una respuesta objetiva), en Yanny vs. Laurel en realidad no importa lo que dijo el orador al momento de grabar el audio. Ni siquiera importa de qué color fue "el vestido" colgado en la tienda el día en que fue fotografiado (negro y azul). El vestido era una foto similar de "baja fidelidad".

Ambos fenómenos son alteraciones de la realidad en sí mismas. Estos tipos de memes visuales y auditivos son difíciles de recrear y probar por los científicos. Pero tienen un éxito maravilloso al sacar a la luz nuestras diferencias de razonamiento.

Entonces, ¿por qué el enfrentamiento entre los Yannys y Laurels en todas las redes sociales, con gente que insiste vociferantemente en su superioridad sensorial? Parte de esta grandilocuencia es simplemente el estilo aceptado de las redes sociales, y en un mundo en el que muchos se enfrentan entre sí por asuntos graves de política nacional e internacional. Todos saben que este es un espacio seguro para canalizar un poco de emoción, como alentar el equipo local con un canto de guerra.

Pero si estás sorprendido por las diferencias entre Yanny y Laurel en tu propio hogar y en las redes sociales, utiliza esto como un momento para reflexionar sobre qué más puedes percibir de manera diferente, en los mensajes políticos que nos rodean.

LEE: 5 incidentes racistas contra hispanos que causaron indignación en EE.UU.

Ilusiones como esta nos fascinan porque revelan que existe una brecha entre lo que percibimos como verdadero y lo que realmente existe. Es parte de nuestra biología. Estamos equipados con cerebros que gastan mucha más energía y dedican mucha más actividad al sistema para procesar y cambiar lo que sentimos. No entra nada que no sea dramáticamente alterado antes de que llegue a nuestra conciencia.

Todo conocimiento es una hazaña de la interpretación humana. Estas revelaciones periódicas de que vemos las cosas de manera diferente son una de las fuerzas saludables y fugaces de las redes sociales, que nos recuerdan que tenemos que trabajar juntos si queremos hacer las cosas bien.