La nueva Constitución cubana, ¿para qué?

Nota del editor: Carlos Alberto Montaner es escritor y analista político de CNN. Sus columnas se publican en decenas de diarios de España, Estados Unidos y América Latina. Montaner es, además, vicepresidente de la Internacional Liberal. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas del autor.

(CNN Español) -- Primero, el necesario disclaimer. Soy un exiliado cubano y desde 1960 me considero un adversario del régimen comunista de los hermanos Castro. Rechazo cualquier forma de dictadura, incluidas las del proletariado.

En Cuba se anuncia una nueva Constitución. ¿Para qué? Opino que por cuatro razones contradictorias:

• Para adaptar las leyes a la realidad. En Cuba existen formas limitadas de propiedad privada y hay trabajadores por cuenta propia.
• Para ratificar la subordinación de esa sociedad al marxismo-leninismo y a la hegemonía del Partido Comunista, árbitro y único factor oficial de la vida pública cubana.
• Para dividir la autoridad y evitar la aparición de otros caudillos que sustituyan el poder colectivo del Partido. Los Castro fueron los últimos.
• Y para establecer la vigilancia oficial del Consejo Nacional de Defensa, garantía de que el país no se moverá un milímetro de la ortodoxia.

¿Qué es el Consejo Nacional de Defensa?

Es “un órgano superior del Estado que dirige al país durante las situaciones excepcionales y de desastre”, dice la nota oficial aparecida en Cubahora.

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La vaga definición del CDN y su probable intervención en situaciones excepcionales funciona como una verdadera espada de Damocles que pende sobre las cabezas de todos los burócratas. El que intente cambiar el sistema será inmediatamente eliminado.

Cuba no pondrá en marcha el modelo chino o vietnamita. Seguirá apegado al modelo castrista empeñado en que nadie se enriquezca.

La frase de Den Xiaoping “¡Enriquecerse es glorioso!” no sirve para los emprendedores cubanos. Opino que la reforma fracasará por la falta de incentivos. Raúl Castro se morirá sin entender la naturaleza humana.