arrow-downcloseCNNEcomment-02commentglobeplaylistsearchsocial-facebooksocial-googleplussocial-instagramsocial-linkedinsocial-mailsocial-moresocial-twittersocial-whatsapp-01social-whatsapptimestamptype-audiotype-gallery
Política

Veteranos critican maniobra política de Trump al enviar soldados a la frontera

Por Zachary Cohen, Nicole Gaouette, Ryan Browne

Washington (CNN) -- Con su decisión de desplegar más de 5.000 soldados en la frontera con México, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha ordenado el traslado de más personal militar al suroeste de su país que los que sirven actualmente en algunas de las zonas de combate más polémicas del mundo.

Altos cargos militares han defendido el despliegue con argumentos basados en la seguridad nacional, pero la misión, bautizada como Operación Patriota Fiel, levanta una serie de dudas y muchos veteranos la han calificado de maniobra política del presidente, ansioso por encender a su base de seguidores a unos días de las elecciones intermedias.

"¿Piensa Donald Trump que personas sin armas, que huyen de horrores y están todavía a 1.000 millas de distancia, son una amenaza a la seguridad nacional, a una semana de las elecciones?", dijo Will Fischer, un ex infante de marina que ahora trabaja para VoteVets, una organización de veteranos progresista.

"No lo creo", dijo Fischer. "Es una estratagema política para agitar las brasas del racismo y el nativismo, y otra vez está utilizando al Ejército como apoyo político para hacer avanzar su propia agenda".

Fischer y otros veteranos apuntan al desconocido costo para los contribuyentes, ya que otros despliegues más pequeños de la Guardia Nacional en la frontera han costado cientos de millones de dólares.

También cuestionan el costo para el Ejército, a medida que la operación aparta a los soldados del entrenamiento, de otras misiones y de sus familias. Y también, dicen, está lo opaco de la legalidad de la misión, su alcance y su propósito.

publicidad

Sin embargo, el Pentágono parece listo para avanzar con el despliegue y funcionarios militares dijeron el martes que el número de soldados probablemente rebasará los 5.200, una cifra que excede el personal militar que actualmente combate a lo que queda de ISIS en Iraq y Siria.

Los soldados se unirán a los más de 2.000 elementos de la Guardia Nacional que ya se encuentran en la frontera, lo que significa que más de 7.000 soldados estadounidenses serán movilizados para detener a un grupo de migrantes centroamericanos que aún se encuentra a unos 1.400 kilómetros y semanas de distancia de Estados Unidos.

Actualmente, 5.239 soldados están programados para ser desplegados en la frontera, pero esa cifra probablemente aumentará, de acuerdo con el general Terence O'Shaughnessy, director del Comando Norte de Estados Unidos, quien dijo que el Pentágono aún no sabe cuántos soldados más serán incluidos.

Cuestionado sobre si el Ejército está siendo utilizado como herramienta política, O'Shaughnessy dijo el martes: "Creo firmemente que la seguridad fronteriza es seguridad nacional".

"Esta caravana es distinta a todo lo que hemos visto en el pasado", dijo en referencia al grupo de migrantes que se dirige al norte del continente en busca de refugio, y señaló que su tamaño -- ahora unas 3.500 personas, aproximadamente -- representa desafíos de seguridad.

Un destacamento de infantes de marina estadounidenses participará también en la operación de seguridad fronteriza, de acuerdo con dos funcionarios de defensa. La planeación está todavía en proceso, pero estará compuesto por ingenieros y ofrecerá apoyo a la Patrulla Fronteriza.

Otro funcionario de defensa le dijo a CNN el martes que aproximadamente 2.000 soldados han sido designados como fuerza de reserva y que serían enviados a la frontera en caso de ser necesario.