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Las cuatro personas clave que decidirán el futuro de la investigación de Rusia

Por análisis de Stephen Collinson

(CNN) – Las figuras principales en el drama de la investigación sobre Rusia enfrentarán decisiones clave durante los próximos días y meses que podrían llevar a Estados Unidos a un abismo político y constitucional. Con las elecciones intermedias en el espejo retrovisor, una sensación de presagio está invadiendo a Washington.

La gravedad y las consecuencias de la investigación parecen opresivas de repente, mientras el fiscal especial Robert Mueller y escribe su informe final y el presidente Donald Trump busca controlarlo agresivamente.

El recién nombrado secretario de Justicia interino, Matthew Whitaker, y la posible líder futura de la mayoría de la Cámara, Nancy Pelosi, deberán adaptarse rápidamente a las circunstancias y poderes que los convirtieron en jugadores vitales durante un momento crítico de la intriga.

Cada vez resulta más claro —empezando por el furioso estado de ánimo de Trump— que el juego final de la saga sobre Rusia someterá los mecanismos del gobierno de Estados Unidos a un estrés extremo y pondrá a prueba la cohesión rota del país.

Estas son las personas claves que tienen en sus manos el futuro de la investigación sobre Rusia.

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Trump: interrumpir o mantenerse en firme

El presidente señaló este miércoles, durante su conferencia posterior a las elecciones, que si bien cree que la investigación de Rusia es “muy mala para nuestro país” hasta el momento no la ha suspendido. “Pude haberla terminado cuando quisiera. No lo hice. Y no existió ninguna colusión”, insistió.

Sin embargo, algunas especulaciones apuntan a que Trump podría usar a Whitaker como herramienta para interferir en la investigación de Mueller o reprimir sus conclusiones… Incluso, para intentar despedir al fiscal especial. Cualquiera de esas opciones provocaría un gran incendio constitucional.

Por otro lado, Trump podría optar por esperar el informe final sobre las acusaciones de que su campaña supuestamente conspiró con Rusia en 2016 y él obstruyó la justicia para encubrirla.

El presidente ya ha revelado una visión amenazante de sus intenciones. A pocas horas de que las urnas cerraran este martes, Trump despidió al secretario de Justicia Jeff Sessions, quien se inhibió a sí mismo de supervisar la investigación de Rusia.

Como reemplazo temporal, el mandatario nombró a Whitaker por encima del subsecretario Rod Rosenstein, quien ha estado supervisando a Muller y sus investigaciones.

Algunos críticos interpretaron la decisión de Trump como su último intento por socavar la indagación o por eliminar a los funcionarios que él ve como una amenaza. Existe un debate acerca de si el nombramiento de Whitaker por parte del presidente habría sido en sí mismo un abuso de poder.

Aún así, este jueves hubo algunas señales de que la supervisión de la investigación no ha sufrido alteraciones. El principal funcionario de Rosenstein, Ed O'Callaghan, se reunió con abogados del equipo del fiscal especial en su usual encuentro quincenal, según le dijo a Laura Jarrett, de CNN, una fuente cercana al asunto.

La fuente explicó que si bien Whitaker tiene la máxima autoridad de supervisión como secretario de Justicia en funciones, la oficina de Rosenstein sigue encargándose de la gestión diaria de la investigación. “Es como de costumbre”, dijo la fuente.

El presidente Trump se encontraría a sí mismo en un terreno peligroso si decide presionar la investigación.

Whitaker, el nuevo secretario de Justicia: en la mira

CNN reveló este jueves que Whitaker ha rechazado públicamente la idea de que los rusos interfirieron en las elecciones de 2016. Una posición que que contradice las múltiples acusaciones de Mueller.

Ahora, con su nombramiento como secretario interino, quedó de repente envuelto en la confrontación política y legal de mayor importancia –que además incluye diferentes ramas del gobierno– desde Watergate.

Whitaker tiene el poder de restringir la investigación y limitar el presupuesto para el equipo del fiscal especial. También podría rechazar las peticiones de Mueller para solicitar acusaciones o citar al presidente.

Incluso, tiene la posibilidad de evitar que el informe final de la investigación se publique o de que no llegue al Congreso.

Michael Conway, consejero de la Comisión Judicial de la Cámara durante Watergate, explicó que la amenaza más siniestra para Mueller puede ser un intento silencioso de Whitaker por mantener su trabajo fuera de la vista del Congreso o del público.

Los demócratas ya exigieron que el secretario interino se inhiba de supervisar la investigación por sus anteriores críticas contra Mueller. Algo que resultaría principalmente en un ejercicio académico, pues es obvio que el principal atractivo de Whitaker para Trump es que no está impedido para supervisar la indagación.

La primera señal de que Whitaker apunta contra de Mueller podría ser el hecho de que no haya acusaciones en las próximas semanas ni indicios de actividad en el jurado de investigación. Pero, si las acusaciones continúan, entonces eso revelaría que Whitaker retrocedió.

Ahora, el nuevo secretario interino de Justicia se arriesga a terminar en una conspiración si el presidente u otros funcionarios intentan obstruir ilegalmente la investigación. Es probable que la nueva mayoría demócrata de la Cámara de Representantes lo llame al Capitolio en el nuevo año y él se vea obligado a declarar bajo juramento sobre su nombramiento. También podría recordar que el secretario de Justicia de Nixon, John Mitchell, fue condenado por su papel en Watergate.

Mueller: ¿mantener la calma y seguir?

El silencio ha sido la mejor defense de Mueller contra los feroces esfuerzos de Trump y de los medios de comunicación conservadores por arrastrarlo al pantano político.

Así que es –y siempre lo será– imposible saber qué piensa sobre la nueva jerarquía del Departamento de Justicia.

CNN reportó este jueves que el fiscal especial ya comenzó a escribir su informe final. La actividad del jurado investigador durante las últimas semanas indica que Mueller trata de averiguar si Roger Stone, asesor de Trump, sabía de antemano que WikiLeaks publicaría material hackeado durante la campaña de 2016.

Pero, ese mismo día también llegó un recordatorio de que su libertad para actuar estaría en duda. Michael Dreeben, un fiscal de la oficina del Mueller, reconoció ante un tribunal que Whitaker podría cambiar o rescindir la orden que designó al fiscal especial en mayo de 2017.

Mueller cuenta con cierta protección en su cargo inicial por parte del subsecretario Rosenstein.

Ahora, si Whitaker toma medidas para restringir a Mueller, entonces se le exigirá que les explique a los líderes de las comisiones judiciales del Senado y la Cámara por qué lo hizo.

En teoría, Mueller solo puede ser despedido por una causa o mala conducta.

Pelosi: el control institucional sobre Trump

Es probable que Nancy Pelosi sea la próxima presidenta de la Cámara de Representantes y, por lo tanto, tenga el poder de ejercer un control institucional del gobierno de Trump.

Ella tendrá autoridad sobre las comisiones de la Cámara de Representantes que supervisarán a Trump y al Departamento de Justicia. Este jueves, llevó a cabo una conferencia telefónica con miembros nuevos y actuales de los comités para discutir el despido de Sessions y el nombramiento de Whitaker, según le fuentes a CNN.

Los demócratas ya han indicado que investigarán la decisión de Trump de elegir a Whitaker como secretario interino. Es probable que revivan la investigación de Rusia de la Comisión de Inteligencia de la Cámara cuando obtengan la ventaja.

Pelosi enfrenta tensiones en múltiples direcciones. Debe encarar el imperativo de responder a cualquier intento de Trump por limitar a Mueller. Pero, a medida que comienzan los preparativos para las elecciones de 2020, también debe protegerse contra las acciones que el Partido Republicano podría retratar como un exceso.

Laura Jarrett, Evan Perez, Sara Murray, Pamela Brown, Andrew Kaczynski y Adam Levine, todos de CNN, contribuyeron a esta historia