Ella estaba en la sinagoga para llorar a su madre; fue asesinada cuando protegió al rabino
(CNN) -- Cuando un hombre armado abrió fuego en una sinagoga en California, matando a uno e hiriendo a otros tres, Lori Kaye saltó entre el atacante y el rabino.
Kaye, de 60 años, recibió un disparo en la sinagoga y murió en un hospital cercano. Además de ella, al menos otras tres personas resultaron heridas en el tiroteo de este sábado en la Congregación Chabad, en Poway, al norte de San Diego.
Rabí Yisroel Goldstein, de 57 años, recibió un disparo en la mano cuando Kaye se colocó entre él y el atacante. El rabino sufrió heridas en sus dos dedos índices, dijo un médico del Centro Médico Palomar.
Estaba en la sinagoga para orar por su madre
Roneet Lev, miembro de la congregación y amiga de Kaye por 25 años, no estaba en la sinagoga pero le dijo a CNN que corrió al hospital cuando se enteró del tiroteo. Mientras Goldstein estaba siendo llevado a la cirugía, él le contó cómo su amiga le salvó la vida, dijo.
Kaye había asistido a los servicios este sábado para decir orar en kadish por su madre, quien murió en noviembre, dijo Lev.
El marido de Kaye es médico y se apresuró a ir a la escena para realizarle primeros auxilios tras enterarse de los disparos. Cuando se dio cuenta de que su esposa era una víctima, se desmayó, dijo Lev.
"Ella no murió una muerte sin sentido", dijo Lev. "Murió dando a conocer el problema que tenemos con el antisemitismo y para traer algo bueno a este mundo... si Dios hubiese puesto un ángel en este planeta, habría sido Lori".
Kaye, originaria de San Diego, deja a un esposo y una hija de 22 años, dijo Lev.
Las víctimas heridas
Noya Dahan, 9 años
Noya estaba en la sinagoga con sus dos hermanas y resultó herida de metralla, dijo su padre.
La niña fue herida en una pierna y en la cara, y fue trasladada a un hospital infantil. "Estamos sorprendidos, da un poco de miedo", dijo Israel Dahan a CNN el domingo temprano.
La familia se mudó de Israel hace ocho años para vivir en una comunidad más segura luego de que tanto él como su esposa resultaron heridos por cohetes.
"(Estábamos) bajo la impresión de que todo está bien aquí. Hoy notamos que esto no es ni siquiera cercano a la vida normal", dijo Dahan.
Hace unos años, dijo, su casa fue pintada con esvásticas. Ahora sus hijos no quieren vivir en Estados Unidos, dijo. Después del tiroteo, agregó, le hicieron una pregunta.
"¿Por qué nos quedamos aquí?"
Almog Peretz, 34 años
Almog Peretz es el cuñado de Dahan. Fue herido en el ataque mientras trataba de proteger a su sobrina, dijo el padre de la niña.
Peretz estaba de visita desde Israel para la Pascua y asistía al servicio del sábado con su familia cuando ocurrió el tiroteo, dijo Lev.
Cuando Peretz vio al atacante apuntando el rifle a los niños, abrió las puertas grandes, les gritó que salieran y ayudó a llevar a los niños a una casa cercana para esconderse, dijo Lev.
Dos de los niños desaparecieron durante aproximadamente 45 minutos después del tiroteo porque todavía estaban escondidos, dijo Lev. Peretz le dijo a Lev que si el rifle del tirador no se atascaba, los niños habrían recibido disparos.
Rabí Yisroel Goldstein, 57
El rabino de 57 años probablemente perderá su dedo índice derecho después del tiroteo, dijo el médico. La miembro de la congregación Minoo Anvari, quien dijo que su esposo fue testigo del tiroteo, dijo que el rabino llamó a la unidad y oró por la paz incluso después de recibir un disparo.
"El rabino dijo: 'Estamos unidos'", dijo Anvari, una refugiada de Irán.
El tiroteo ocurrió durante una celebración para la Pascua, una de las celebraciones judías más sagradas.