Trabajadores de tienda Wayfair planean protesta por la venta de camas para campamentos de inmigrantes
Nueva York (CNN Business) -- Empleados de la tienda en línea Wayfair dicen que planean para este miércoles una protesta en la sede de la compañía por la venta de muebles a los centros de detención de inmigrantes.
Según una mujer que se identificó como empleada de la compañía, los trabajadores de Wayfair se dieron cuenta la semana pasada de que BCFS, que opera instalaciones para inmigrantes del Departamento de Salud y Servicios Humanos, realizó un pedido de aproximadamente 200.000 dólares en muebles para dormitorio. BCFS tiene previsto abrir una nueva instalación en Carrizo Springs, Texas, que tendrá capacidad para unos 1.600 menores no acompañados.
Más de 500 empleados enviaron una carta el viernes a la gerencia superior, pidiéndole a la compañía que ya no haga negocios con BCFS. También le pidieron a Wayfair que estableciera un código de ética que "faculta a Wayfair y a sus empleados a actuar de acuerdo con nuestros valores fundamentales". CNN ha visto una copia del correo electrónico enviado por los empleados a la alta gerencia de Wayfair.
"El gobierno de Estados Unidos y sus contratistas son responsables de la detención y el maltrato de cientos de miles de inmigrantes que buscan asilo en nuestro país. Queremos que esto termine", dijeron los empleados en la carta. "También queremos asegurarnos de que Wayfair no participe en habilitar, respaldar o aprovechar esta práctica".
La gerencia de Wayfair respondió en una carta a los empleados, también obtenida por CNN, que aún planea hacer negocios con BCFS.
"Como minorista, es una práctica estándar cumplir con los pedidos de todos los clientes y creemos que es nuestro negocio vender a cualquier cliente que actúe dentro de las leyes de los países en los que operamos", dijo el liderazgo de Wayfair en la carta. "Esto no indica apoyo a las opiniones o acciones de los grupos o individuos que nos compran".
Wayfair aún no ha respondido a la solicitud de comentarios de CNN.
Los empleados de Wayfair anunciaron en Twitter su plan para organizar una marcha el miércoles por la tarde en respuesta a la carta de la compañía. La empleada de Wayfair que habló con CNN dijo que la huelga "no pretende ser una censura hacia Wayfair", sino una forma de mostrar la preocupación de los trabajadores.
También pidieron a la compañía que done todas las ganancias obtenidas de la venta de los muebles a RAICES, una organización sin fines de lucro que reúne a las familias en la frontera. Eso sería un total de 86.000 dólares, según la cuenta de Twitter no verificada que transmitió noticias sobre la huelga el martes.
La noticia de la huelga atrajo la ira de otros usuarios de Twitter, quienes expresaron su disgusto con la compañía a través del hashtag #wayfairwalkout. La congresista Alexandria Ocasio-Cortez, demócrata de Nueva York, dijo que la protesta era "cómo se ve la solidaridad".
La administración de Trump ha sido criticada en los últimos días por las condiciones de los niños inmigrantes en una instalación de Aduanas y Protección Fronteriza en Clint, Texas. El lunes, el Departamento de Salud y Servicios Humanos dijo que 250 niños migrantes que se encontraban en esas instalaciones serán trasladados al sistema de refugios de la agencia.
Las acciones de Wayfair cayeron un 5% el martes. Las acciones han subido un 60% este año.
Esta no es la primera vez que las empresas estadounidenses se ven envueltas en una controversia sobre la política de inmigración del gobierno de Trump.
El año pasado, las aerolíneas estadounidenses se pronunciaron en contra de la política de inmigración de "tolerancia cero" de la administración Trump que resultó en la separación de los niños inmigrantes de sus familias. American Airlines, United Airlines y Frontier Airlines pidieron al gobierno federal que no usara sus aviones para transportar a niños inmigrantes a los que se hubiera separado de sus padres.
Y Walmart dijo que se había "perturbado" el año pasado cuando una de sus antiguas tiendas en Texas se convirtió en un refugio para niños migrantes que estaban separados de sus padres. Las instalaciones de 250.000 pies cuadrados en Brownsville se convirtieron en el centro de la indignación nacional por el trato hacia los inmigrantes por parte de la administración de Trump.