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| Recorrer la carretera Atlántica de Noruega es uno de los mejores viajes que pueden hacerse por sus puentes que se retuercen y los animales que se ven a lo largo del camino. Tiene solo 8 kilómetros y se recorre en media hora.
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| La Autopista Alcan tiene 2.167 kilómetros y va de Canadá a Alaska. Se recorre en un día y siete horas, sin paradas. Si viajas por ella deberás soportar duras tormentas de nieve, pero te verás recompensado por bellas montañas, lagos burbujeantes, trineos de perros, lobos y osos pardos.
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| Los 253 kilómetros de la Gran Carretera del Océano, en Australia, tienen más atracciones que carros. Aquí las montañas se encuentran con los océanos, la selva tropical se cruza con acantilados dramáticos y los faros se topan con parques nacionales donde habitan osos hormigueros, canguros, pingüinos, koalas y loros de muchos colores.
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| Para viajar por una de las carreteras más hermosas del mundo solo se necesitan 75 minutos. Todo viajero debería recorrer, al menos una vez, la carretera de la costa Amalfitana, en Italia.
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| El Paso Ticlio, en Perú, tiene 132 kilómetros y se recorre en casi tres horas, sin paradas. Es la carretera pavimentada más alta de Suramérica (casi 4.877 metros sobre el nivel del mar) y una gran atracción para los fanáticos de la adrenalina.
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| Cuando se viaja por la Ruta 62 de Suráfrica se pueden visitar cerca de 65 bodegas de vino. Tiene 748 kilómetros.
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| La carretera de la Montaña Hafeet, en Emiratos Árabes Unidos, no te llevará a ningún lugar específico, salvo un palacio privado y un hotel exclusivo, pero en media hora te ofrecerá una experiencia de conducción única, con superficies lisas y 60 circuitos que son adictivos para los amantes de los autos.
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| La sinuosa carretera Transfagarasan, en Rumania, se interna en el territorio que inspiró la famosa leyenda de Drácula (Transilvania).
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| La Costa Norte 500 (o NC500) es parte de una iniciativa del príncipe Carlos para mostrar la escarpada grandeza de la costa de Escocia. Al recorrerla se aprecian impresionantes castillos, lagos y montañas.
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| Viajar por la carretera Milford, en Nueva Zelandia, es una de las experiencias más pintorescas que existen por sus imponentes acantilados, cascadas y cumbres montañosas cubiertas de nieve.
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