En River, bombos sí, barras no
(CNN Radio Argentina) -- Con bombos, pero sin barras. Como un primer paso del programa ‘Tribuna Festiva’ y fomentado por su propia dirigencia, el Millonario vivió ayer una jornada especial, más allá del resultado favorable en las semifinales del Superclásico.
¿Qué sucedió? Con el propósito de vivir un espectáculo sin los violentos dentro de la cancha, el club de Núñez contrató un grupo de músicos para brindar un show debajo de la tribuna conocida como Sívori, que además, contó con banderas rojas y blancas.
Según pudo saber CNN Radio, los instrumentos de percusión ingresaron al estadio con el aval de los organismo de Seguridad y la propia institución deportiva.
La idea, en este marco, es trasladar lo que se vivió anoche en el Monumental a otros estadios del país con el fin de avanzar contra la mafia y el negocio de las barras de los clubes de fútbol.
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Un grupo importante de ‘Los Borrachos del Tablón’ tiene derecho de admisión desde la final de la Copa Libertadores pasada, el 24 de noviembre de 2018. River, en definitiva, dio un paso importante en las semifinales del certamen continental; y también en su propósito de dejar atrás a los violentos del mundo de la redonda.
Guillermo Madero, director de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos del Ministerio de Seguridad de la Nación, explicó en diálogo con CNN Radio: “Esto es parte de un programa de ‘Tribuna Festiva’. No queremos que la fiesta esté en manos de los violentos y gente que no está oficializada como un grupo, sino que son informales”.
Además, el funcionario contó a esta emisora que “lo que vivimos ayer fue un día histórico y nos vamos a dar cuenta dentro de mucho tiempo”, mientras adelantó que “antes de fin de año se va a sacar una normativa para regular a este grupo de animaciones”.
Y profundizó: “Esto está hablado con los clubes más grandes del fútbol y tuvo muy buena aceptación. La idea es que sea un grupo limitado de personas y que se empadronen de una manera distinta”.
“Es una práctica que parece revolucionaria en Argentina y parece inalcanzable, pero se hace en todos los lugares del mundo, incluso en Sudamérica”, concluyó.