Tita, una mujer que vivió por y para Racing
(CNN Radio Argentina) -- “Fue la persona más importante en la historia de Racing”. Marcelo Izquierdo, autor del libro “Tita, 100 años de la Madre de la Academia”, conversó este miércoles con Pepe Gil Vidal en CNN Radio sobre la historia de la mujer más determinante en la historia del club de Avellaneda.
El homenaje en la pluma del periodista y escritor describe a una mujer que no entendía la vida si no era atravesada por el club de sus amores. Nació, creció, sufrió y sonrió en la cancha. Y solo se fue para decir adiós. Tita Mattiussi es Racing. Y Racing es Tita Mattiussi. Fiel a sus colores. La madre de todos y todas las que pasaron por esa institución.
“Tita es Racing y, para el fútbol argentino, un emblema de una época que ya no existe. Nació debajo de la vieja tribuna de Racing, su casa. Aprendió a caminar en Racing y, como si fuera poco, su primera palabra fue `Racing´”, contó Izquierdo en el programa Café con Pepe.
La tapa del libro del periodista Marcelo Izquierdo.
Y agregó: “Tita fue la madre de los campeones del 67, del 88 y de decenas de pibes que pasaron por la pensión del club. Es la única persona que vivió toda su vida en Racing. No se va ni siquiera cuando se construye la nueva cancha, a unos 40 metros de donde hoy existe la nueva”.
Además, el periodista expresó que Mattiussi “es un personaje delicioso. Tenía un zoológico en Racing: doce perros, quince gatos, un caballo, entre otros animales. La casa de Tita era un club dentro de un club”.
Recordó además que “los jugadores que se iban del club seguían yendo a lo de Tita a comer una picada o tomar unos mates. Tita les quitaba los miedos a los jugadores, era parte de los triunfos, los campeonatos”.
El libro, que cuenta con más de 30 entrevistas a personas que compartieron momentos y formaron parte de la vida de una mujer símbolo de Racing, ya está a la venta.
En un tramo del relato, por ejemplo, Izquierdo describió cómo fue el viaje de Tita a Escocia con el plantel para presenciar la recordada final frente al Celtic en 1967. Tita no era invitada; era un jugador más. Una pieza casi determinante para la vida de la Academia.
“Tita dio lo que no tenía por el club cuando el club estaba quebrado. No podía soportar que el club se viniera abajo”, concluyó.