Argentinos que no terminan el secundario ni se gradúan de la universidad: una deuda de los presidentes

Ningún presidente ha logrado terminar un año escolar sin huelgas de docentes en todo el país. En consecuencia, la ley de los 180 días de clase obligatorios que los estudiantes deben tener cada año nunca se ha cumplido desde que volvió la democracia a Argentina. La mayoría de los argentinos perciben que la educación está en crisis y los expertos coinciden en que los malos resultados académicos muestran que muchos jóvenes llegan al final de la escuela secundaria con serios déficits en lectura, comprensión y con dificultades para resolver problemas matemáticos. Las pruebas PISA colocan a los estudiantes argentinos en las posiciones más bajas en el ranking internacional.